Tatiana Forero
Al mejor estilo de Westeros, las empresas compiten por sobrevivir en un entorno VUCA caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Para que sepas cómo mover tus fichas como Bran Stark y conquistar el trono, es necesario que abraces la agilidad empresarial. 👑
Detente un segundo a pensar en esto: ¿sabías que el 90% de los datos mundiales se generaron solo en los últimos dos años? El desarrollo tecnológico crece a nivel exponencial y la única constante de hoy es el cambio. Si en el año 2000 salió el primer celular con cámara, hoy es impensable que tu smartphone tenga menos de 10 MP.
En este escenario, las empresas que quieran perdurar en el tiempo tienen que saber cómo adaptarse y moverse más rápido que la competencia, sin dejar de consentir a sus clientes. Para eso está la agilidad empresarial. Pero tranqui, que por hablar de agilidad no iremos corriendo.
En esta nota conocerás al detalle qué es agilidad empresarial, cuáles son sus principios, ventajas, desventajas y cómo comenzar a adoptar esta mentalidad para que tu organización sepa responder a las nuevas demandas del mercado. ¡Vamos! 🚀
Según el Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona, la agilidad empresarial, también conocida como agilidad organizacional o agilidad a escala, es la capacidad de una empresa de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado de manera interna y externa.
Este concepto de agilidad empresarial implica:
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Y aunque parezca el boom de los últimos 5 años, la verdad es que el concepto “Ágil” —del inglés Agile— ya está rondado desde hace tiempo. Concretamente, nació en el 2001 con la firma del Manifiesto por el desarrollo ágil de software. De aquí salieron las bases para las metodologías ágiles.
Ahora, si bien la agilidad en procesos dio sus primeros pasos en el mundo del desarrollo de software, la verdad es que hoy en día es un concepto hecho y derecho, con principios que se pueden aplicar a todas las industrias.
Elohin Fuentes, profesor del curso online Gestión ágil de proyectos, resume perfectamente lo que trata la agilidad empresarial 👇
“Llevar los marcos de trabajo ágiles a distintas áreas de la empresa más allá de tecnología: finanzas, recursos humanos, marketing, logística, etc.”
Las empresas agile son aquellas que tienen una cultura organizacional que percibe los cambios proactivamente para actuar y ofrecer valor más rápido que la competencia.
✅ Algunos ejemplos de agilidad empresarial son Spotify, Google y Netflix. Estas empresas nacieron ágiles, pero hoy cualquier negocio puede transformarse y adoptar la agilidad organizacional.
Fuente: Curso online Gestión ágil de proyectos.
Toda la agilidad empresarial se basa en una gestión de proyectos que entrega sus requisitos de manera iterativa e incremental, es decir, trabaja con pequeñas partes del proyecto que se construyen y se prueban simultáneamente. Esto se llama Agile Testing.
En contraste a lo que es una organización ágil, una empresa tradicional se organiza con un modelo de cascada —o modelo waterfall— en el que la gestión de un proyecto se hace con un sistema rígido, lineal o secuencial basado en una planificación establecida e inamovible.
¿Ya entiendes por qué la agilidad empresarial está transformando la forma de dirigir los negocios? 💡
Antes de seguir, vamos a revisar brevemente cuáles son los principios Agile para que entiendas de qué va todo esto de la agilidad empresarial.
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Elohin Fuentes, profesor de Crehana, nos comparte los 12 principios Agile:
Estos 12 principios Agile son el corazón de la agilidad empresarial. Y, según Elohin Fuentes, lo que debes recordar es que:
“Lo más importante de los 12 principios es vivirlos, no sabérselos de memoria”.
Algunos momentos han cambiado el rumbo de la historia: la Revolución Francesa, el concierto de la azotea de The Beatles, —el vestido de carne de Lady Gaga (?)— y la transformación digital. Nos quedamos con el último para entender lo que es la agilidad en una empresa.
La aparición de las nuevas tecnologías ha cambiado la forma como nos relacionamos, compramos y trabajamos: adiós a las cartas y hola a WhatsApp o Telegram; los carritos de compra ahora son virtuales, incluso muchas empresas están despidiendo sus oficinas y abrazando el trabajo remoto. Esto ha contribuido con la popularidad de la agilidad empresarial.
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Y es que los cambios en la transformación digital se producen minuto a minuto y el desarrollo tecnológico solo tendrá más participación dentro de las empresas. Por eso, tener una estructura organizacional ágil te funciona en dos vías:
Ten en cuenta que, según Gartner, 91% de las empresas están involucradas en alguna forma de iniciativa digital. Así que hay que adaptarse o morir. ¡Es darwinismo en estado puro!
Como todo en la vida, la agilidad empresarial tiene sus pros y sus contras. Revisamos las principales.
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Hay algunas situaciones en las que aplicar el concepto de agilidad empresarial puede resultar inconveniente.
Además, implementar este cambio requiere de la inversión de recursos. Y no hablamos de dinero, sino de aprendizaje para construir el entorno que te permita trabajar con agilidad empresarial de manera efectiva.
Según este paper, Donald Sull, profesor de la London Business School, distingue 3 tipos de agilidad:
Consiste en detectar y cuantificar las oportunidades disruptivas que pueden cambiar las reglas de juego del mercado. ¿Cómo? 🔍️ Diseñando sistemas de monitoreo que mantengan atenta a la organización sobre los cambios en su entorno y le den capacidad rápida de actuar en consecuencia.
Se trata de la habilidad de movilizar o focalizar recursos (dinero, talento y enfoque de la gerencia) rápidamente desde las áreas menos atractivas del negocio hacia las más atractivas. Así es como las empresas agile responden a los cambios del mercado. 🚀
Se refiere a la capacidad de explotar las oportunidades detectadas por la agilidad estratégica de manera más efectiva que la competencia, por medio de la toma de decisiones informada. 💡
Toda empresa que quiera sobrevivir necesita adoptar los 3 tipos de agilidad para aumentar su capacidad de respuesta ante el cambio y sobrevivir a los “juegos del hambre”.
Y es que, ¿sabías que, según Business 2 Community, las empresas ágiles aumentan sus ingresos un 37% más rápido y generan ganancias un 30% más altas que las empresas no ágiles?
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Adoptar la agilidad empresarial es mucho más que trabajar con herramientas de gestión de proyectos o adoptar un marco de metodologías ágiles como SCRUM o Kanban. En realidad, requiere de un cambio de paradigma a nivel organizacional que puede tomar años.
Al respecto, Eloin Fuentes nos dice que:
“La agilidad empresarial es todo un camino de transformación. No es algo que se obtiene en 6 meses. Requiere mucho análisis y planeación por adelantado (...) La duración de un proyecto de transformación, dependiendo del tamaño de la empresa, puede durar de 3 a 5 años”.
Más importante: nos enseña que no hay una receta de cocina. Pero ¡necesitas respuestas! Así que, si quieres comenzar a transformar tu organización, estas son algunas claves de agilidad empresarial que te servirán.
Lo primero es definir para qué quieres adoptar la agilidad empresarial: ¿para atraer nuevos clientes, aumentar tu revenue, facilitar la innovación? Una vez identificas esto, debes analizar la situación de tu empresa con respecto al mercado, los stakeholders, la estrategia y la cultura organizacional.
Por ejemplo, para atraer nuevos clientes existen mil y una alternativas: diseñar nuevos productos, mejorar tu Customer Experience Management, hacer Marketing en redes sociales, etc. Si no sabes para qué quieres la agilidad empresarial, será muy sencillo confundir los medios con el resultado que quieres conseguir.
Eloin Fuentes lo resume mejor:
“En agilidad nos enamoramos del problema, no nos casamos con una solución”.
Cuando se presente un problema, la agilidad empresarial necesita que cualquier persona dentro del grupo de trabajo pueda hacerse cargo sin necesidad de consultar con Raimundo y todo el mundo.
Existen muchas maneras de tomar decisiones para adoptar una estructura organizacional ágil, pero siempre será mejor hacerlo de forma crítica e informada. Esto te servirá para optimizar los tiempos de decisión, sin sacrificar productividad.
Sin calidad no hay agilidad.
Una de las características de una organización ágil es que cada miembro dentro de tu equipo tendrá cierto grado de poder de decisión. Por eso, es importante que cada uno conozca sus labores, así no se cruzarán las responsabilidades y la toma de decisiones será rápida y eficaz.
💡 Tip adicional: el organigrama de una empresa ágil tiene pocos niveles, lo que contribuye a disminuir la burocracia.
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Una de las claves de la agilidad empresarial es fragmentar las tareas para simplificarlas e iterar con ellas. Y es que en la metodología de cascada, los procesos son tan largos y rígidos que, cuando se concluyen, el problema para el que se diseñó la solución ya cambió.
Y ya que hablamos de transformación y agilidad empresarial, puedes darle a tus colaboradores herramientas para fomentar el trabajo colaborativo, comunicación e innovación en el trabajo remoto autogestionado.
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Si tienes un lugar físico de trabajo, prueba con mobiliario que se pueda ajustar a las necesidades del empleado: sillas móviles, paredes para desplegar herramientas visuales, etc. Se trata de promover la innovación y el rendimiento.
Esto es apenas un bocado de todo el mundo de las metodologías ágiles y lo que significa utilizarlas en la administración de una empresa.
Sin embargo, confiamos en que será suficiente para dar tus primeros pasos en la agilidad empresarial. ¡Puedes ir en paz!
🎯 Por cierto, siempre que quieras profundizar en el tema, revisa el curso de Elohin Fuentes en Gestión Ágil de Proyectos.