La cultura emprendedora, a diferencia de lo que cualquier persona puede pensar, no se trata de tener habilidad en los negocios o tener éxito con sus emprendimientos. Abarca elementos más humanos y conceptuales, que te ayudarán a entender qué cambios debes hacer a tu vida, tanto a nivel de teorías y conceptos, como también a nivel individual.
Actualmente, existe un auge de emprendimientos que podrían ser más exitosos si la persona que lo dirige tuviera una cultura emprendedora. O, en el caso de negocios pequeños, algunos están en crecimiento gracias a una mentalidad fuerte y tienen previsiones de que serán gigantescos en el futuro.
Emprender se ha convertido en una actividad muy importante y con un gran valor social. Como bien menciona el medio Forbes, "el emprendimiento no es solo una fuente de desarrollo económico y social para la economía; es también una forma de desarrollar en los niños y jóvenes habilidades vitales para el siglo XXI", así que no desestimes los beneficios de la cultura emprendedora.
¿Qué descubrirás en este post? Aprende qué es la cultura emprendedora, las características de la misma, su importancia, los distintos niveles y una serie de tips para que puedas adquirir el conocimiento adecuado de forma fácil, rápida y sencilla. ¡Acompáñanos!
¿Qué es la cultura emprendedora?
Una cultura emprendedora es un conjunto de principios, valores, creencias y patrones de conducta que promueven una conducta basada en la identificación de oportunidades y conseguir los medios requeridos para ser autosustentables. Y esto se logra principalmente apostando por una actitud, en la cual se desarrollan aspectos como los siguientes:
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El desarrollo de las capacidades para adaptarse al cambio.
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La experimentación constante.
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Mantenerse flexible y ser arriesgado con las distintas decisiones que debas afrontar.
Como bien establece el portal Medium, el objetivo de la cultura emprendedora "no es sólo iniciar un negocio o poner en marcha una empresa, sino que es un estilo de vida, que ayuda a tener una actitud positiva y ser proactivo en casa o el trabajo".
Al hablar de la cultura emprendedora, hacemos referencia a una estilo y forma de pensar y actuar, que vaya en consonancia con un objetivo claro y concreto, como lo es la generación de riqueza. Pero, ¿cómo es posible generar riquezas al empezar?
Algunas de las pautas que deben seguirse para obtener este factor son:
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La capitalización de las oportunidades (es decir, el aprovechamiento de un hecho o acción en beneficio propio).
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Un liderazgo equilibrado.
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el desarrollo y la preparación de una visión global.
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La previsión de un riesgo calculado.
Al potenciar estas cualidades, se generará una mayor obtención de valor, la cual resulta beneficiosa tanto para emprendedores como para las empresas (y por supuesto para la sociedad y la economía en general).
¿Por qué apostar por la cultura emprendedora?
Como mencionamos anteriormente, cuando hablamos de lo que es una cultura emprendedora, no estamos haciendo referencia a crear y administrar un negocio. Es un tema que va mucho más allá de tener una empresa y gestionarla, también debes manejar otros conceptos e interiorizarlos.
¿A qué nos referimos? La importancia de la cultura emprendedora radica en que deben ser inculcadas ciertas actitudes y aptitudes a las personas que les sirva de aprendizaje y hagan del emprendimiento y la innovación parte de su vida diaria.
No se trata tampoco de crear líderes o buenos colaboradores, la idea pasa por impulsar seres humanos que sean capaces de afrontar cualquier tipo de dificultad en su vida personal y profesional. Y así, eventualmente, seremos seres humanos mucho más felices y plenos.
Algunos de las ventajas de la cultura emprendedora son las siguientes:
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Promueve el aprendizaje organizacional.
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Estimula las actitudes tanto de adaptabilidad como de creatividad.
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Representa una fuente de igualdad y equidad.
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Contribuye a la mejora y a la innovación profesional y personal.
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Potencia las capacidades de negociación, decisión, planificación y, por encima de todo, la autoconfianza.
Fuente: Pexels
¿Cuáles son los niveles de una cultura emprendedora?
Cuando hablamos de los métodos de la cultura emprendedora, no podemos dejar de mencionar el de Kundu, uno de los más populares por clasificar en 3 los niveles de este tipo de enseñanza.
¿Quieres saber cuáles son estos niveles? Te los presentamos a continuación:
1. Nivel invisible
En este nivel de la cultura emprendedora se toman como referencia los valores y atributos, considerados elementos clave para reconocer si una persona cuenta con las cualidades suficientes para llegar a ser un empresario y directivo exitoso.
Eso quiere decir que en este punto se analizan aquellas características que se asociarían con un espíritu de emprendimiento. Este conjunto de valores fomentan la toma de decisiones y habilitan a una persona para realizar alguna actividad importante como la gestión de una empresa.
2. Nivel semi-invisible
En cuanto al nivel semi-invisible (o también llamado semi-consciente) es cuando se evalúa la mentalidad de los emprendedores: todas las decisiones y propuestas emitidas por un empresario, definidas por sus experiencias previas y, por sobre todas las cosas, por su actitud y cultura emprendedora.
Son precisamente estas actitudes las que son esenciales para conseguir las metas personales y lograr mayor motivación para el cumplimiento de tus objetivos. Estos comportamientos suelen estar influenciados por la experiencia previa de una persona, es decir, aquello que piensa y siente sobre una determinada situación.
3. Nivel visible
Este nivel de cultura emprendedora abarca el comportamiento del individuo como tal: se refiere a todas aquellas acciones que realiza una persona, con relación a un negocio o nuevas alternativas. Usualmente, estas son definidas para abordar y afrontar alguna clase de oportunidad.
Principalmente, es en esta fase donde la persona examina un negocio, el mercado que lo rodea y su rentabilidad. Una vez esté tomada la decisión, comienza la creación de algún posible emprendimiento.
Fuente: Pexels
¿Cuáles áreas deben educarse para forjar una cultura emprendedora?
Existen ciertas características y puntos importantes cuando conoces lo que es la cultura emprendedora. Hay ciertas áreas en las cuales es necesario educar a las personas para fomentar este tipo de comportamientos.
¿Qué características y áreas deben ser reforzadas para mantener una cultura emprendedora? Te las presentamos a continuación:
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Creatividad y pensamiento innovador: en este punto, un emprendedor ve más allá del resto, suele romper los paradigmas y crea un elemento completamente nuevo, sin necesidad de seguir una pauta determinada.
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Autonomía: la persona se convierte en autónoma, lo que no implica que esté sola, sino que es capaz de tomar decisiones por sí misma y aceptar cualquier tipo de responsabilidades.
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Fortaleza y voluntad: puede ser que tengas una buena idea, pero la clave pasa por el hecho de que nunca hay que desfallecer e ir siempre hasta el final para desarrollarla y no morir en el intento.
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Análisis crítico: siempre vislumbra todo desde un punto de vista crítico y objetivo. ¿Fracasó el proyecto? Entonces pregúntate qué fue lo que no ha funcionado y así demostrarás cuánto has aprendido de tus errores.
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Gestión de presión: sabemos que son muy pocas las veces en las cuales las cosas salen bien a la primera oportunidad. Con una buena cultura emprendedora, aprenderás a ser una persona mucho más paciente y entender que no sale todo bien al primer intento.
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Pensamiento inductivo y deductivo: con esta habilidad, tendrás la posibilidad de poder resolver toda clase de problema que van surgiendo en tu vida.
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Motivación y confianza: lo principal que debe manejar un emprendedor es el de ser consciente de sus fortalezas y debilidades y utilizar esta información para lograr tus metas.
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Autoaprendizaje: podrás haber dominado estas áreas, pero eso no significa que no debas reinventarte. Recuerda que el alumno nunca deja de aprender.
Estas son algunas de las áreas que, como emprendedor, debes conocer. Recuerda que, pese a tus conocimientos teóricos y prácticos sobre determinados procedimientos, debes interiorizar una cultura emprendedora.
Como bien menciona el profesor Jaime Lastra, del curso online de Creatividad para emprender, iniciar un emprendimiento "es como dar un salto al vacío: no sabemos si nos daremos de lleno contra el concreto o si lograremos tener éxito", por lo que harías bien en reunir las herramientas necesarias y estar lo suficientemente preparado para crear un negocio exitoso.
Ahora, si algo no puede faltar en tu formación personal y profesional es tu guía para armar el plan de negocios de tu emprendimiento, con la cual planificarás las mejores ideas para formar tu propia empresa.
Consejos para mantener una cultura emprendedora
La idea es que todo lo que hemos explicado hasta el momento te sirva para poder ejercer una cultura emprendedora en todos los ámbitos de tu vida. Recuerda, no solo pasa por lo profesional, pues el lado personal y humano también debe ser cultivado.
Para que puedas aprovechar todos los beneficios de la cultura emprendedora, te presentamos algunos consejos con los cuales podrás internalizar este tipo de comportamiento en tu vida diaria:
1. Conócete a ti mismo
Ya destacamos la importancia de conocer tus fortalezas y debilidades, lo cual está bien pero también debes abordar cada detalle y rasgo importante acerca de ti. Si tú mismo no eres capaz de conocerte, ¿cómo esperas presentarte ante los demás?
Además, no solo debes saber quién eres sino hasta dónde pretendes llegar. Si decides optar por hacer de la cultura emprendedora algo tuyo, debes saber qué significa realmente el emprendimiento, sus características, sus virtudes y, por supuesto, sus defectos.
2. Mantén aspiraciones
El ideal es pasar del hecho de quién eres al quién quieres ser. ¿Qué elementos tiene la persona que eres ahorita y que no puede ser el individuo que aspiras ser? Este punto es clave en lo que es la cultura emprendedora, así que debes tenerlo interiorizado.
Ya cuando estés consciente de cuáles son los aspectos sobre ti que debes reforzar, es momento de que te ocupes y hagas lo que debes hacer para convertirte en el ideal al que aspiras.
3. Analiza tu proyecto
Nunca tendrás un proyecto exitoso si no sabes de qué va y cuál información rodea al emprendimiento que decidiste abordar.
Así que lo principal es que aprendas cómo hacer un proyecto y adquieras el conocimiento requerido para este tipo de negocio, independientemente del área que plantees abordar. Y tampoco basta con contratar empleados que cumplan una función determinada, sino que también debes saber cómo guiarlos y dirigirlos hacia el éxito.
4. Ve a la práctica
Una vez que tengas interiorizado todos los conocimientos teóricos que requiere ser un emprendedor, es momento de que pongas en práctica todo lo aprendido. Pero, ¿de qué forma empezar?
Lo principal es que comiences con los mejores hábitos y adoptes una cultura emprendedora como parte de tu vida. Persevera, lucha y verás que, aunque el negocio falle, dentro de ti tienes lo necesario para iniciar uno nuevo o solventar los fallos del anterior y potenciarlo.
También puede resultar de utilidad revisar algunos cursos para gestionar tu emprendimiento, ya que contar con bases teóricas y evaluar qué tipo de consejos para emprendedores ofrecen en estas clases puede ser una experiencia gratificante.
Fuente: Pexels
Tener una cultura emprendedora va más allá de iniciar un negocio o de gestionar una empresa. Representa elementos más profundos dentro de ti, tu esencia, que será la que permita que todo lo que decidas iniciar tenga un buen manejo y te permita llevar una vida más plena y feliz.
Así que, como puedes apreciar, el éxito o el fracaso de imponer una cultura emprendedora en tu vida depende exclusivamente de ti. ¡No desperdicies la oportunidad!
¡Y este ha sido nuestro post! Si quieres saber más al respecto de la cultura emprendedora, inscríbete en nuestros cursos online de Liderazgo empresarial, donde obtendrás el conocimiento para fomentar actitudes y comportamientos que te sirvan de inspiración para impulsar tu negocio a la cima.
¡Éxitos!