Dentro del entorno empresarial, tener claro cómo funciona el modelo de Lewin es necesario para poder hacer frente, de la forma más adecuada posible, a los cambios que se requieran.
Romper el status quo o salir de nuestra zona de confort representa, en la mayoría de casos, un gran reto, pues nos obliga a lidiar con la incertidumbre de no saber qué traerán a nuestra vida o negocio las nuevas modificaciones que vayamos a adoptar. Sin embargo, estas alteraciones son claves para mantenernos vigentes frente al entorno cambiante y retador.
Ahora bien, si quieres saber más sobre cómo gestionar los cambios, continúa con la nota y conoce todo lo necesario sobre el modelo de Kurt Lewin.
¿Qué es el modelo de Lewin?
El modelo de Lewin hace referencia a la fase de adaptación que se atraviesa al enfrentarse a un cambio determinado. Es decir, al conjunto de emociones y pensamientos por los que pasa un individuo u organización frente a la idealización e incertidumbre que generan las nuevas situaciones que se presentan en nuestra vida o entorno.
Este punto medio entre lo actual y lo nuevo es conocido como la teoría de campo de Lewin, la cual postula que existen dos tipos de fuerzas que interactúan al estar frente a un proceso de cambio. En primer lugar, la fuerza impulsora. la cual se trata de los impulsos que contribuyen a lograr o alcanzar la modificación deseada.
Por otro lado, están las fuerzas represoras. Se trata de aquellas que impiden lograr el cambio, retienen o frenan este proceso, evitando que pasemos por alteraciones en nuestro modo de vida.
El modelo de cambio de Kurt Lewin se trata entonces de un recurso que ayuda a contrarrestar las fuerzas represoras y estimular las fuerzas impulsoras, con el fin de que la persona u organización puedan acercarse y lograr el cambio planeado.
Imagen: Unsplash
¿Cuáles son las etapas del modelo de Lewin?
Con el objetivo de impulsar el cambio, Lewin desarrolló su teoría de campo basada en las 3 etapas que presentaremos a continuación:
Descongelamiento
La primera fase del modelo de lewin es conocida como descongelamiento. Se trata del momento en el que las personas u organizaciones deberán dar inicio a un determinado cambio, debido a factores externos o internos. En este sentido, es importante entender qué es lo qué está motivando el cambio.
“Decidir cuándo y qué cambios vamos a realizar depende de cada individuo, en ocasiones los cambios son planificados íntegramente por nosotros, pero algunas veces los cambios son forzados por situaciones externas, en este último caso es cuando tenemos una mayor resistencia, y nos inunda la incertidumbre, el miedo y la falta de confianza en nuestras habilidades”, resalta Udalba.
Asimismo, en esta fase del modelo de cambio se deberá analizar las posibles dificultades o problemas que pueden surgir durante el proceso de transformación y tener claro qué es lo que se pretende alcanzar con las modificaciones que se vayan a adoptar o establecer.
En un ambiente laboral, es fundamental que se lleve a cabo una comunicación efectiva de trabajo, con el fin de que el equipo pueda comprender por qué es que se realizará el cambio y cuáles son los posibles escenarios de dificultad que pueden presentarse durante el proceso para que sepan cómo abordarlos y solucionarlos.
Cambio
La siguiente etapa del modelo de Lewin es el cambio. Como acabamos de señalar, es importante capacitar a todo el equipo que vaya a participar en el cambio para que puedan saber cómo gestionar los problemas que se pueden presentar en el proceso.
Es relevante, también, tener en cuenta que los cambios no son fáciles de aceptar. Esto quiere decir que habrán muchas personas de tu equipo que se resistirán a participar o contribuir en el. Teniendo en consideración esto, es necesario que les informes cómo influirá el cambio en ellos y por qué es necesario llevarlos a cabo.
“El mundo cambia a velocidad de vértigo y esto nos afecta tanto a nivel personal como laboral. En este contexto, la adaptación y gestión del cambio se ha convertido en una habilidad fundamental para enfrentarnos al presente y al futuro” indica Iberdrola.
Contar con personas motivadas y dispuestas a apoyar para alcanzar los objetivos deseados y la transformación planeada es importante para agilizar y optimizar la gestión. Con nuestro Ebook sobre los nuevos modelos de transformación, aprenderás cómo promover una cultura de cambio de forma efectiva.
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Congelamiento
Finalmente, la última fase del modelo de Lewin es la de congelamiento, la cual se trata de la etapa en la que el cambio se vuelve relativamente permanente, pues las modificaciones realizadas empiezan a formar parte de la nueva normalidad de la empresa.
En otras palabras, en este punto se ha alcanzado el cambio planeado y este se ha convertido en la base para realizar funciones de una determinada manera hasta que haya la necesidad de volver a ingresar a una fase de descongelamiento y adoptar nuevos cambios para la mejora y permanencia de la organización.
Como señala el profesor Diego Villaseñor en nuestro curso de Creación de una cultura de cambio, “en la vida lo único seguro es el cambio, cuándo una organización no sabe cómo enfrentarlo, inmediatamente se nota la caída de la productividad”.
En conclusión, el modelo de lewin se trata de un recurso que, debido a que ha resumido el proceso de cambio en 3 fases bien definidas, permite a las empresas identificar bien cómo iniciar una transformación y gestionarla para lograr modificar aspectos que consideren necesarios, con el fin de asegurar el crecimiento de un negocio.
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