¿Estás pasando por un mal día? Tranquilo, es normal tener días buenos y días malos. Lo importante es saber cómo enfrentar la situación para poder sentirnos mejor. Si no sabes cómo hacerlo, aquí te lo explicamos.
Algunos días nos levantamos y sabemos que tendremos un día maravilloso; sin embargo hay otros días en los que nos despertamos sin ánimos, o tal vez se nos presentan diversas dificultades que logran frustrarnos. Lo importante, es que entiendas que si tuviste un mal día, puedes realizar ciertas actividades que te ayudarán a revertir esta situación.
Por ello, en este artículo, te presentamos una lista de opciones para que logres superar ese mal día.
¿Estás listo para vivir días libres de negatividad?
¡Vamos!
1. Respira
Hoy tuve un mal día, ¿qué puedo hacer? Si tuviste un mal día, entonces ¡respira! Lo sé, seguro estás pensando cómo algo tan simple te podría ayudar a mejorar ese mal día, pero confía en nosotros, es realmente efectivo.
Entonces, ¡manos a la obra! Respira profundamente por la nariz usando tu vientre. Concéntrate solo en el aire que entra y sale durante uno o dos minutos. Esto calmará tu cuerpo y tu mente, lo que ayudará a darle un poco de paz a ese mal día.
Cómo verás, solo hace falta tener un mal día para ser más conscientes de nuestra respiración. Para potenciar esta sencilla actividad, puedes ayudarte con diversos ejercicios de meditación.
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2. Ejercítate
Así es, ejercitarnos no solo nos ayuda físicamente, sino también mentalmente, puesto que, el ejercicio nos ayuda a liberar tensiones y preocupaciones, por lo que es una actividad ideal para realizar después de un mal día en el trabajo.
Solo debes realizar algún tipo de deporte durante unos treinta o cuarenta minutos para liberarte de ese mal día. Si no sabes por dónde comenzar, entonces te recomendamos esta guía de apps gratuitas para hacer ejercicio en casa. ¡Ya verás que, después de ejercitarte, te sentirás más poderoso, concentrado y enérgico!
Además, ten presente que solo basta un mal día para que las preocupaciones nos priven del sueño. Para evitarlo, puedes hacer uso de este manual del buen sueño, en el que encontrarás diversos tips para dormir mejor.
3. Valora tu capacidad resolutiva
Según el portal Mundo Psicólogos, cuando tenemos un mal día, debemos de tener en cuenta nuestra capacidad resolutiva, es decir, debemos dejar de mirar el día de forma selectiva. Por lo cual, debemos intentar valorar, no sólo lo que te está saliendo mal, sino también nuestra capacidad para resolver los problemas.
Por ejemplo, si dejamos las llaves dentro de casa, debemos pensar en lo bien que hicimos en dejar una copia con un amigo por si acaso. Es decir, no tenemos que enfocarnos solo en lo negativo, sino también en la manera en la que podemos solucionar el problema. Esto nos ayudará a no tener un mal día.
Según Nia Ayanz, profesora de nuestro curso de Habilidades emocionales para la vida, podemos pensar que las emociones no nos sirven para resolver un problema; sin embargo las habilidades emocionales aparecen como una destreza crítica que nos ayuda a guiar nuestros pensamientos y a reflexionar sobre nuestras emociones, lo cual mejora nuestros niveles de bienestar.
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4. Abraza
No tenemos que hacernos fuertes e invencibles todo el tiempo. Después de un mal día, puede que lo único que necesitemos para liberar nuestras tensiones, sea darle un abrazo a esa persona que tanto queremos. Podría ser a nuestros padres, a un amigo, a un familiar, o a la persona que más amamos.
¿Aún piensas que abrazar no te podría ayudar a enfrentar un mal día? Según el Centro de Psicología de Madrid, abrazar a alguien durante unos segundos nos brinda los siguientes beneficios:
- Alivia el estrés y la ansiedad.
- Incrementa la autoestima.
- Estimula la oxitocina, una hormona que nos provoca alegría.
- Libera dopamina, hormona de la motivación y el buen humor.
- Nos ayuda a comunicarnos y transmitir emociones sin palabras.
- Ayuda a disminuir la sensación de soledad, dolor y tristeza.
- Nos recarga de energía y estimula el sistema inmunológico.
- Equilibra el sistema nervioso cuando estamos alterados.
- Nos ayuda a superar momentos difíciles.
Con solo abrazar a alguien rápidamente, podemos volver a sentirnos más seguros y optimistas. Si no nos crees, haz la prueba y lo entenderás. Al final, te darás cuenta que solo fue un mal día.
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5. Encuentra un nuevo punto de vista
Antes de dejar que ese mal día te consuma, te recomendamos buscar un punto de vista más útil sobre la situación actual. Entonces, si estás teniendo un mal día, plantéate las siguientes preguntas:
- ¿Importará esto dentro de 5 años?
- ¿A quién le afecta?
- ¿Cuál es el paso que puedo tomar para comenzar a cambiar este mal día?
Una vez que respondas a estas preguntas, te darás cuenta que solo es un mal día, no una mala vida. Recuerda, puede que nos hacemos un mundo en la cabeza, pero ¡todo tiene solución!
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6. Sal y disfruta
Lo bueno de tener un mal día, es que este nos obliga a darnos cuenta de la falta que nos hace tomarnos un pequeño descanso. Y es que, el simple hecho de estar en la naturaleza nos ayuda a volver a pensar con optimismo y a comenzar a buscar soluciones prácticas.
Así que, ¡vamos! Deja de lamentarte. Levántate de ese sofá o de tu espacio de trabajo y demos un paseo. ¿Ya estás afuera? Perfecto. Ahora, sumérgete en el sol y disfruta del canto de los pájaros o del paisaje que te rodea. O, simplemente, quédate ahí y deja que tus pensamientos descansen un momento de los problemas que causaron ese mal día en el trabajo. Ya verás que luego podrás volver a ellos con una mente más tranquila.
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7. Agradece
Si hoy fue un mal día, agradece. Suena irónico, ¿verdad? Sin embargo, cuando estamos teniendo un mal día, tendemos a ver sólo las cosas negativas de nuestra vida. Por ello, una forma de contrarrestar esto y romper el pesimismo, es hacernos algunas preguntas que nos puedan ayudar a sentirnos más agradecidos con nuestra vida. Por esta razón, te invitamos a responder las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son esas tres cosas por las que puedo estar agradecido en mi vida hoy?
- ¿Quiénes son esas personas de las que puedo estar agradecido de tener en mi vida y por qué?
- ¿Cuáles son esas tres cosas por las que puedo estar agradecido de mí mismo?
Ten presente que estas tres cosas no tienen por qué ser grandes. Podrían ser simplemente algo rico que comiste hoy, los recursos que tienes para darte ciertas comodidades, o el amigo que te hizo reír ayer. Recuerda, cuando tengas un mal día, solo piensa en todas las cosas buenas que tienes en tu vida en este momento. Así, notarás que lo bueno pesa más en la balanza.
Bueno, hemos llegado al final de nuestro recorrido. Ahora, no olvides poner en práctica todos los consejos aprendidos, pues te aseguramos que te serán de gran utilidad. Recuerda: tener un buen día también depende de la actitud con la que enfrentemos las cosas. Por ello, inicia tu jornada con una rutina de mañana que te ayude a sentirte mejor contigo mismo.
Finalmente, si te interesa aprender sobre más temas como el de hoy, entonces te invitamos a darte una vuelta por nuestra sección de cursos de inteligencia emocional.
¡Suerte!