Depresión y ansiedad, dos emociones que no pocas personas han experimentado alguna vez. ¿Quién no ha sentido, con mayor o menor intensidad, esos estados emotivos? Probablemente, tú o tus seres allegados han padecido alguna de estas emociones.
Sin embargo, es bueno que sepas que, aunque algunos de los síntomas de ansiedad y depresión se asemejan, también poseen marcadas diferencias.
En esta nota, te invitamos a descubrir cómo reconocer ambas emociones, y a definirlas de acuerdo a sus principales diferencias.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad o trastorno del estado de ánimo, que puede ser transitorio o permanente y se caracteriza por sentimientos como:
- Infelicidad
- Abatimiento
- Culpabilidad
- Tristeza constante
- Irritabilidad
- Frustración a la vida
- Impotencia
Si bien una persona triste no tiene por qué estar deprimida, todas las personas que se encuentran en un estado de depresión se encontrarán casi siempre en constante tristeza, siendo incapaces de disfrutar de lo que sucede en la vida cotidiana.
Síntomas de la depresión
Para diferenciar mejor a la depresión de la ansiedad no solo basta reconocer las emociones que predominan en cada uno de estos estados. En el caso de la depresión se evidencian síntomas como:
- Decaimiento
- Sensación de malestar
- Menor rendimiento laboral o escolar
Es importante hacer un diagnóstico diferenciado para descartar trastornos de ansiedad, puesto que algunos síntomas de la depresión y de la ansiedad son muy parecidos entre sí. De hecho, existen individuos que pueden padecer depresión y no experimentar los niveles de tristeza que con frecuencia se asocian a la misma.
Causas de la depresión
A la hora de determinar qué causa la depresión, hay que tener en cuenta factores biológicos, psicosociales y genéticos. A continuación, comentamos brevemente cada uno:
- Estrés psicosocial: decepción sentimental, vivencia o contemplación de una tragedia, aspectos de la personalidad, experiencias cercanas a la muerte, etc.
- Factores de la salud: inactividad física, obesidad, tabaquismo, deficiencia de vitamina D, enfermedades periodontales, etc.
- Predisposición genética: cambios en la neurotransmisión del sistema nervioso central a raíz de mecanismos inflamatorios, inmunológicos y neuroendocrinos.
Como ves, una persona vulnerable o con predisposición genética se verá más afectada por los influjos psicosociales y los traumas agudos, lo cual puede desencadenar en trastornos del estado de ánimo como la depresión.
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¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una sensación o estado emocional que se detona ante situaciones de estrés, lo que es una respuesta normal e incluso deseable para el manejo adecuado de las exigencias de nuestro día a día.
Ahora bien, cuando la ansiedad supera la capacidad adaptativa de la persona para lidiar con ella, se convierte en un trastorno o patología que afecta la calidad de vida de la persona que lo padece.
Por ende, aunque estrés y ansiedad puedan darse juntos, por lo general la ansiedad es una respuesta al estrés y no lo contrario.
Síntomas de la ansiedad
Depresión y ansiedad pueden caracterizarse por trastornos del sueño y falta de concentración. Sin embargo, la ansiedad suele manifestarse en la forma de desajustes tanto fisiológicos como cognitivos. Así veremos síntomas como:
- Dolor abdominal.
- Diarrea.
- Mareos y cefalea.
- Tensión muscular.
- Respiración agitada.
- Temblores
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Insomnio.
- Sudoración.
Cuando se presentan estos síntomas, es importante buscar asesoramiento para aprender cómo controlar la ansiedad, ya que estas manifestaciones pueden afectar sensiblemente la calidad de vida, al igual que la depresión.
Causas de la ansiedad
Las razones detrás de la ansiedad se asocian casi siempre a eventos que nos causan estrés: las amenazas reales o imaginarias. Estas amenazas detonan en nosotros una respuesta instintiva que nos prepara para responder en aras de la supervivencia.
Ahora bien, ¿por qué da ansiedad excesiva o esta se vuelve patológica? Las causas que nos predisponen a los trastornos de ansiedad suelen ser los traumas, estrés a causa de una enfermedad, determinados trastornos mentales, acumulación de estrés a causa del trabajo (que puede desencadenar en el síndrome de desgaste profesional o burnout), familiares con trastornos de ansiedad, abuso de drogas o alcohol, etc.
¿En qué se parecen depresión y ansiedad?
Tanto la depresión como la ansiedad son formas de reaccionar a eventos externos o internos. Si interpretamos el evento como una amenaza, se dispara la ansiedad. Si lo interpretamos como una pérdida o un fallo, probablemente se active la depresión.
Tanto la ansiedad como la depresión se consideran emociones. Ahora bien, su definición responde a distintos sentimientos. Cuando es el miedo el que prevalece, se trata de ansiedad. Mientras que, cuando el sentimiento predominante es la tristeza, se trata de depresión.
¿En qué se diferencian la depresión y la ansiedad?
Como comentábamos anteriormente, depresión y ansiedad tienen puntos en común, pero sus diferencias establecen el procedimiento para tratar cada caso:
- La ansiedad se relaciona con el miedo al futuro, mientras que la depresión se relaciona con el presente o el pasado, sin que se contemple el porvenir.
- Mientras que las personas deprimidas no son capaces de disfrutar de la vida, los ansiosos no suelen tener problemas con el disfrute o el placer.
- La ansiedad se mantiene invariable durante el día o el año, pero sí ocurren cambios de estado de ánimo en la depresión.
- El origen de la depresión es psicológico, pero la ansiedad puede ser desencadenada por sustancias como drogas, alcohol o dietas deficientes.
Más allá de estas diferencias, en ambos problemas se hace necesario aprender más sobre el manejo de las emociones durante una crisis. Sobre esto se pronuncia nuestra profesora Nia Ayanz en su curso Habilidades emocionales para la vida:
“Las habilidades emocionales en realidad son una destreza crítica que ayudaría a guiar los pensamientos y a reflexionar sobre las emociones: ayudando de esta forma a mejorar nuestros niveles de bienestar.
El uso inteligente de las emociones en diferentes contextos es una habilidad imprescindible para descubrir y potenciar nuestro bienestar. Tener, por lo tanto, la capacidad de procesar la información afectiva, proveniente de las emociones, tanto básicas como complejas, positivas o negativas, y su eficacia para resolver los problemas cotidianos, es el gran diferencial.”
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¿Cómo saber si tengo depresión?
El primer paso para combatir la depresión y ansiedad es identificar cuál nos afecta. El indicador principal que puede alertarnos que estamos sufriendo de depresión, es un sentimiento permanente de tristeza, así como la pérdida de interés y un menor nivel de energía.
Incluso cuando se presentan pensamientos suicidas, se puede curar la depresión con la orientación y apoyo psicológico adecuados. Solamente necesitas abrirte y hablar sobre ello con tus seres queridos; ellos te apoyarán en la búsqueda de ayuda profesional.
¿Cómo saber si sufro de ansiedad?
Como puedes haber notado, es relativamente fácil discernir entre la depresión y la ansiedad, lo cual no quiere decir que una persona con ansiedad no pueda tener síntomas depresivos.
Si te sientes incapaz de aliviar el estrés y la ansiedad en casa, y tienes una constante sensación de nerviosismo, agitación, tensión y pánico. Así como sensación de cansancio o debilidad, y problemas para concentrarte en algo que no sea lo que te causa preocupación, puede que estés teniendo problemas de ansiedad.
Si bien con la guía adecuada, es posible trabajar la ansiedad en casa, lo ideal para lidiar tanto con depresión y ansiedad es buscar el consejo terapéutico.
Cada día va aumentando la concientización de los problemas de salud mental que nos aquejan en la era moderna, por lo que no hay ningún estigma en el hecho de que asistas a una consulta psicológica para aliviar cualquier malestar psíquico.
Por nuestra parte, te recomendamos también visitar nuestros cursos online de recursos humanos, en donde encontrarás numerosas formas de lidiar con las emociones en tu entorno laboral y vida cotidiana.