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Transformación cultural

La junta directiva de una empresa es un órgano imprescindible que se encarga de garantizar que se cumplan los objetivos de cualquier estrategia en una organización.

Los miembros de una junta directiva tienen mucha responsabilidad y labores que van adaptándose a las condiciones constantemente cambiantes del mercado y de la empresa.

En esta nota te contaremos la importancia de la junta directiva y su papel en la gestión de crisis. También, veremos algunas buenas prácticas para llevar con éxito la gestión de una junta directiva.

¿Qué es una junta directiva?

Una junta directiva de una empresa es el organismo que se dedica a la aprobación y supervisión de los objetivos de una organización.

Es un grupo de personas que tienen alta jerarquía que se reúnen periódicamente para evaluar los estados financieros, planear acciones y buscar soluciones a las necesidades de la empresa.

De esta manera, los miembros de una junta directiva, se enfrentan a uno de los mayores desafíos de cualquier empresa: la toma de decisiones y ejecución de proyectos.

Las tareas de la junta directiva de una empresa están atadas a una remuneración, por lo que los empresarios no tienen la suficiente confianza para contactar a los miembros de su junta en espacios diferentes a los de las reuniones formales.

Sin embargo, una junta es más efectiva cuando los directivos pueden contar con ella en todo momento y, en particular, cuando se mantienen al tanto de lo que ocurre con sus equipos de trabajo y los clientes. 

Miembros de una junta directiva

¿Quienes conforman una junta directiva? Según Economipedia, estos son los roles integrantes: 

  • Presidente: es quien dirige y representa la junta directiva. Entre las funciones del presidente de la junta directiva, se encuentra la responsabilidad de convocar las reuniones y revisar los documentos más importantes de la secretaría y tesorería de una empresa. 
  • Vicepresidente: es quien brinda apoyo al presidente y lo reemplaza en su ausencia. Este rol suele ser opcional. 
  • Secretario: este integrante fundamental de una junta directiva es el responsable de firmar las actas de reunión. 
  • Tesorero: es quien elabora los presupuestos y lleva los libros contables. Además, es quien vela por el cumplimiento de las metas financieras. 

Características de una junta directiva

Algunas de las principales características de una junta directiva y de los miembros que la componen son:

  • Conexión con los colaboradores de la empresa y con los clientes.
  • Capacidad de análisis de situaciones y documentos importantes.
  • Participación activa en la organización desde todos los aspectos posibles.
  • Disciplina en las reuniones y seriedad en la toma de decisiones formales.
  • Capacidad para manejar compromisos pactados y crisis.

Todos estos rasgos hacen que la junta directiva de una empresa sea un punto de encuentro entre los intereses, socios, propietarios, objetivos y negocios. 

En cualquiera de los tipos de junta directiva se gestan decisiones y relaciones importantes para el crecimiento y direccionamiento de la empresa y se constituye la mente creativa y racional de la compañía.

La importancia de la junta directiva radica en el papel que cumplen para controlar y enfrentar los retos que se presenten en una empresa.

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¿Cuáles son las responsabilidades de una junta directiva?

Ser miembro de junta directiva implica obligaciones, responsabilidades y riesgos que deben tener presentes en todo momento con el fin de evitar situaciones que puedan afectar tanto su trabajo como la estabilidad del negocio que asesoran.

Las responsabilidades de una junta directiva, así como los derechos, obligaciones y deberes que tienen, se plantean como una respuesta solidaria e ilimitada hacia la empresa. Esto significa que todo lo que decidan tendrá una repercusión directa en lo que suceda en la empresa con ellos y con terceros.

Es muy importante tener en cuenta que la confianza que existe entre la junta directiva de una empresa y los miembros de la organización es vital para conocer a fondo la manera en que opera el negocio y los propósitos de sus accionistas.

Es posible, que a veces, los miembros de las juntas directivas busquen obtener beneficios particulares. Por eso, están llamados a hacer prevalecer el bien de la organización y los intereses corporativos sobre el bien individual, así como a generar confianza a todos los accionistas por igual.

Tareas frecuentes de los miembros de una junta directiva

En resumen, podemos enumerar las siguientes tareas y funciones principales de una junta directiva:

  • Delimitar la estrategia de negocio y definir objetivos anuales de la empresa.
  • Controlar la ejecución de los planes.
  • Establecer y controlar los presupuestos.
  • Revisar los resultados y estados financieros.
  • Supervisar el accionar de los altos mandos.
  • Velar por el cumplimiento de los intereses de los accionistas. 
  • Representar a la empresa ante terceras personas.

junta directiva en reunión

Fuente: Pexels

¿Cuáles son las habilidades necesarias en una junta directiva empresarial?

Antes de revisar qué tan efectiva es la junta directiva de una empresa, se debe tener muy clara la situación de la empresa, así como las metas o negociaciones que se desean alcanzar. 

A partir de esto, se establecen perfiles, experiencias y habilidades de los miembros de una junta que resultan necesarias.

Algunas de las habilidades blandas necesarias en este rol son:

Innovación y creatividad

Es importante que los integrantes de la junta directiva de una empresa sean disruptivos e innovadores y que entiendan cómo la tecnología puede aportar o interferir en las decisiones del negocio.

Experiencia profesional

Los miembros de una junta directiva deben tener experiencia relevante en la misma industria o servicio en la que están aspirando a desempeñar sus funciones.

Dedicación plena

A las juntas directivas empresariales se les exige la toma de decisiones con agilidad y certeza y, por ende, se tienen que dedicar enteramente a estas funciones.

Compromiso alto

Finalmente, para que la junta directiva de una empresa se adecúe de manera correcta a las necesidades de las compañías, tiene que tener un alto compromiso.

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¿Cuáles son los tipos de juntas directivas?

Las juntas directivas de una empresa se pueden clasificar en las siguientes categorías:  

Juntas directivas pasivas

Es el tipo más común de junta directiva de una empresa. Es el modelo tradicional en el que el CEO dirige la conversación y no hay mucha participación de otros miembros. En estas reuniones, el papel de los miembros es ratificar y convalidar las decisiones de la administración. 

Juntas directivas legitimadoras

Este tipo de junta directiva cuenta con miembros externos y cercanos a los accionistas y, por ende, genera credibilidad. El rol de los miembros de la junta directiva de este tipo es supervisar que las decisiones se cumplan según los deseos de los accionistas.

Juntas directivas interventoras

Este tipo de junta directiva se caracteriza porque han traspasado la frontera entre dirigir la organización mediante políticas y directrices para el CEO. La función de la junta directiva aquí es resolver problemas que son competencia de la administración. 

Cada uno de estos tipos y roles de cada miembro de la junta directiva están condicionados por la organización para que puedan evolucionar y funcionar.

Junta directiva

Fuente: Pexels

¿Cómo funciona una junta directiva en épocas de crisis?

Una crisis puede ser un momento determinante en la vida de una organización, dado que representa una grave amenaza para sus objetivos estratégicos, su reputación y la sostenibilidad del proyecto empresarial. De esta manera, el liderazgo en crisis debe convertirse en una competencia primordial tanto para los altos ejecutivos como para las juntas directivas empresariales.

Esta habilidad se desarrolla no sólo mediante la experiencia, sino también a través de la planificación previa, la capacitación y la simulación de situaciones de riesgo que ayuden a la organización a superar futuras crisis y salir reforzada. 

Una respuesta ante una crisis a tiempo es vital para asegurar una respuesta efectiva para mitigar el daño y alcance de los impactos en la organización.

Es evidente que la sensibilización con respecto a la crisis, la preparación y la capacidad de adaptación deben ser temas centrales en las reuniones de la junta directiva de una empresa.

juntas de directorio

Fuente: Pexels

Aspectos importantes de una junta directiva ante una crisis

  • La gestión de crisis de una junta directiva debe ser en colaboración con otras áreas de la empresa para construir fortalezas.
  • La junta directiva en épocas de crisis debe prepararse e identificar en un mapa claro, construido considerando la estrategia, aquellas cuestiones que son más predecibles y sus impactos.
  • La respuesta ante una crisis se basa en el papel de la junta directiva de una empresa que consiste en promover que se reconozca el estado de crisis como tal.
  • Es importante que la junta se informe ampliamente sobre la situación y tenga claro el problema junto con elementos que le permitan entender su dimensión y eventuales consecuencias. El liderazgo en crisis ayudará, de esta manera, a buscar posibles rutas de acción. 
  • En la gestión de una crisis, la junta directiva de una empresa debe cuidar su proceso de toma de decisiones, conservando el rigor y vigilando estrictamente el cumplimiento de la ley. 
  • Otra cosa muy importante es que se debe administrar la relación entre los miembros de la junta directiva ya que es probable que emerjan algunas discrepancias. Para tal propósito, es definitivo el papel del presidente de la junta para gestionar y hacer lo mejor que les sea posible, sin tomarse nada como personal.

reunión de trabajo

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Buenas prácticas para las juntas directivas

Muchas de las personas que integran una junta directiva suelen llegar por recomendación, y van aprendiendo el rol a través de la experiencia. Según Page Executive, “hay poco conocimiento real de la implicación de ser miembro de una junta o directorio. Pero del talento e interacción de las personas que componen el directorio, depende el éxito de la empresa”.

En síntesis, las buenas prácticas para las juntas directivas permiten mejores logros a nivel empresarial. 

A continuación, enumeramos algunas de ellas:  

1. Elegir la persona adecuada para liderar la junta

Se requiere liderazgo por parte del presidente de la junta directiva de una empresa. Esto implica equilibrio, pausa, mesura y, sobre todo, requiere de una muy buena capacidad de articular intereses, generar consensos e impulsar la organización. 

Elegir un buen presidente de junta directiva empresarial es tan importante como elegir un CEO. 

2. Formar a los integrantes

En segundo lugar, toda junta directiva de una empresa necesita de un adecuado periodo de inducción y formación.

3. Delegar el poder

En tercer lugar, el objetivo de la junta directiva de una empresa implica compartir el poder y generar una institucionalidad inclusiva.

Un buen directivo se reconoce por su capacidad de compartir el poder y por su condición de estar abierto a las diferencias de criterios y opiniones. 

4. Generar buenas relaciones con stakeholders

Para lograr una junta directiva eficiente, es clave saber gestionar buenas relaciones con accionistas, grupos de interés, clientes y otros tipos de stakeholders. También, es importante que las relaciones al interior de la junta sean las adecuadas. 

5. Asegurar diversidad e inclusión 

Otra buena práctica importante en una junta directiva es identificar sesgos habituales y trabajar para mitigarlos, de forma de lograr un ambiente más diverso e inclusivo. Esto se puede lograr, por ejemplo, abriendo espacios para mujeres y grupos diversos dentro de sus juntas.

6. Establecer una periodicidad de reuniones

Para que el funcionamiento de una junta directiva sea el adecuado, es fundamental establecer una frecuencia de reuniones que permita el logro de metas y objetivos. 

Por ejemplo, se puede establecer la siguiente frecuencia: 

  • Reuniones mensuales: en estas, se debe revisar el cumplimiento de KPIs estratégicos, dar seguimiento al cumplimiento del presupuesto y comprobar la disponibilidad de recursos. Además, de forma mensual, la junta directiva deberá establecer nuevas acciones a trabajar el mes siguiente. 
  • Reuniones trimestrales: cada tres meses es clave dar seguimiento al plan estratégico, así como monitorear los riesgos. 
  • Reuniones semestrales: una vez cada seis meses se debe hacer un control general del presupuesto y verificar métricas de cumplimiento de objetivos.  
  • Reuniones anuales: de carácter mayormente general, la reunión anual de una junta directiva brinda un panorama de acción a largo plazo. Por ello, durante estas reuniones se procede a la aprobación de presupuesto, definición de objetivos estratégicos y evaluación de rendimiento de los mismos directivos de la junta. 

7. Definición de temas de reuniones

Para garantizar la efectividad de las reuniones de una junta directiva, es fundamental tener en consideración los temas a tratar. Es decir, estos deben ser de tipo estratégico y no operativos, por ejemplo: 

  • Métricas de rendimiento.
  • Verificar estados financieros.
  • Evaluación del contexto financiero y político.
  • Leer acta anterior y avances de acuerdos. 
  • Debatir sobre proyectos en particular.

8. Gestionar los conflictos de intereses

Es habitual que en una junta directiva puedan surgir conflictos de intereses a favor de uno u otro directivo. Para evitar estas situaciones, se recomienda disponer de un reglamento de funcionamiento de la junta como acción preventiva. Este reglamento debe acordar los principios de actuación, así como las atribuciones e incompatibilidades de los integrantes. 

9. Fomentar el debate

Para poder tomar mejores decisiones, una junta directiva debe fomentar el debate de ideas pero desde una perspectiva respetuosa y colaborativa. Para ello, se requiere fortalecer los valores de propósito, respeto y confianza entre sus integrantes.

Además, una vez se ha tomado una decisión por mayoría, así esta no sea compartida por todos, los integrantes de una junta deben ser capaces de respetarla y aceptarla. 

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Como hemos visto, la junta directiva de una empresa cumple muchas funciones importantes, pero su objetivo principal es gestionar y organizar la vida de la organización. 

Un momento clave para el funcionamiento de este órgano son los momentos de crisis. Según Clarisa María Ponte Betancourt, profesora del curso Liderazgo con visión estratégica, ser un líder es tener “la capacidad de crear un cambio inmediato e impulsar un cambio positivo y duradero”. 

Por eso, la gestión de crisis y el liderazgo en estos tiempos resultan dos papeles centrales de cualquier junta directiva.

Nuestra Academia de Liderazgo es una excelente opción para formar actuales y futuros integrantes de una junta directiva, ya que les permite desarrollar las habilidades necesarias para ser un líder visionario, capaz de aprovechar los cambios, la incertidumbre y los momentos difíciles para alcanzar el éxito.

¡Muchos éxitos!