Home Blog/ Reclutamiento & Contratación/
Reclutamiento & Contratación

La clave para alcanzar el éxito radica en la capacidad de las organizaciones para establecer objetivos de un trabajador claros y alcanzables. Estos objetivos no son simplemente puntos de referencia estáticos; más bien, representan la guía de acciones y decisiones de cada miembro del equipo. 

El establecimiento de objetivos de un trabajador no es solo una práctica común, es una necesidad estratégica. Los objetivos bien definidos proporcionan un marco de referencia claro que dirige el flujo de trabajo y orienta las energías de los empleados hacia resultados tangibles y medibles. 

En este blog post, analizaremos la fijación de objetivos de trabajadores en torno al ámbito empresarial, desde los objetivos generales y específicos de un trabajador hasta los consejos que te ayudarán a fijarlos de la manera correcta. ¡Acompáñanos!

 

Objetivos de un trabajador

Según el portal Forbes, una de las claves para sacar el máximo provecho de tus trabajadores es "cuando los empleados saben exactamente lo que se espera de ellos", es decir, cuando se les ha informado claramente lo que se espera de ellos para que puedan medir su progreso por sí mismos.

En cualquier empresa, el establecimiento de objetivos claros y alcanzables es fundamental para impulsar el rendimiento de los equipos. Los objetivos de un trabajador bien definidos no sólo orientan las acciones individuales, sino que también contribuyen al éxito global de la organización. 

Los objetivos de un trabajador pueden clasificarse en dos grandes grupos, los objetivos específicos y los generales.

Objetivos generales

Los objetivos generales de un trabajador dentro de una empresa suelen abarcar metas amplias y fundamentales que contribuyen al éxito tanto del empleado como de la empresa en su conjunto. A continuación, algunos ejemplos comunes de este tipo de objetivos de un trabajador:

  • Mejorar la satisfacción del cliente.

  • Desarrollar y fortalecer las competencias y habilidades de liderazgo 

  • Contribuir al crecimiento y desarrollo de la empresa.

  • Cultivar relaciones profesionales.

  • Fomentar un ambiente de trabajo colaborativo.

  • Promover la innovación y la creatividad en el desempeño laboral.

  • Mejorar la productividad.

  • Cumplir con los estándares de calidad.

Estos son solo algunos ejemplos de objetivos generales que los trabajadores suelen tener dentro de una empresa. Es importante adaptar estos objetivos a las necesidades específicas de cada puesto de trabajo y a los objetivos estratégicos de la organización.

Ten presente que, los objetivos generales pueden variar en función de la industria a la que pertenezca la empresa y las funciones específicas a las que se dedica.

Objetivos específicos

Los objetivos específicos de un trabajador dentro de una empresa son metas concretas y medibles que se centran en tareas o resultados específicos que se espera que el empleado logre en un período determinado. Estos objetivos están diseñados para guiar el desempeño individual y contribuir al logro de los objetivos más amplios de la organización. 

A continuación, algunos ejemplos de objetivos para un trabajador de esta índole:

  • Aumentar las ventas por trimestres.

  • Completar proyectos antes del plazo establecido.

  • Reducir tiempos de respuesta a las consultas de los clientes.

  • Obtener una certificación profesional.

  • Mejorar la precisión en la realización de informes.

  • Es importante establecer una combinación equilibrada de ambos tipos de objetivos para impulsar el crecimiento tanto individual como organizacional.

Para alcanzar los objetivos específicos, es fundamental que estén bien definidos y sean alcanzables. Utilizar el enfoque de objetivos SMART (Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y Temporal) puede ser útil en este proceso. 

Además, es crucial que los objetivos, tanto específicos como generales, estén alineados con la visión y los valores de la empresa, asegurando así que contribuyan al éxito a largo plazo.

 

Diferencias entre los objetivos de un trabajador y los objetivos de la empresa

Aunque los objetivos de un trabajador y los objetivos de la empresa comparten un vínculo crucial en la estructura organizativa, difieren en su enfoque y alcance. Los objetivos del trabajador se centran en el crecimiento individual y la mejora personal en relación al equipo, mientras que los objetivos de la empresa están dirigidos hacia el éxito general y la sostenibilidad a largo plazo.

Los objetivos de un trabajador suelen ser específicos y medibles, enfocados en mejorar habilidades, aumentar la productividad y elevar el desempeño en áreas clave relacionadas a su puesto de trabajo, abarcando así desde el perfeccionamiento de habilidades técnicas hasta el fortalecimiento de competencias interpersonales, los objetivos del trabajador apuntan a optimizar el rendimiento individual para contribuir de manera significativa al éxito colectivo.

Por su parte, los objetivos de la empresa se orientan hacia la realización de la misión y la visión corporativa. Estos objetivos abarcan metas más amplias, como el crecimiento sostenible, la maximización de la rentabilidad y la satisfacción del cliente, lo que abarca desde expandir la presencia en el mercado hasta mejorar la eficiencia operativa, los objetivos de la empresa son la brújula estratégica que guía las acciones y decisiones a nivel organizacional para alcanzar un impacto significativo.

Aunque los objetivos de un trabajador y los objetivos de la empresa pueden parecer distintos en su enfoque, es fundamental que estén alineados para garantizar el éxito mutuo. Cuando los empleados trabajan hacia metas que están en armonía con los objetivos de la empresa, se promueve la cohesión y la colaboración en toda la organización.

Esta alineación estratégica fomenta un ambiente de trabajo en el que cada contribución individual se suma al logro de los objetivos corporativos, impulsando así el crecimiento y la excelencia organizacional.

En este sentido, contar con la plataforma de Desarrollo de equipos te será de gran utilidad para informar a tus colaboradores sobre la importancia de esta alineación de objetivos para el crecimiento personal e institucional. Además de ser una gran herramienta para la fijación de tus objetivos como empresa. ¿Qué estás esperando para unirte a las grandes empresas que Crehana ha ayudado a crecer?

Tips para fijar los objetivos de un trabajador

Fijar objetivos de un trabajador adecuadamente puede ser todo un desafío. ¿Cómo garantizamos que los objetivos sean alcanzables, relevantes y motivadores para los empleados? ¿Qué debo saber para alinear los objetivos de los trabajadores y la empresa? Algunos de los tips que debes tener presente para fijar objetivos correctamente son los siguientes:

1. Define objetivos específicos y medibles

La clave para que se consiga el éxito empresarial consiste en definir objetivos de un trabajador de forma clara y precisa, además de que sean medibles en todo momento. Esto significa definir exactamente qué se espera lograr y cómo se medirán los resultados. Un ejemplo claro de esto es, en lugar de simplemente decir "aumentar las ventas", el objetivo podría ser "aumentar las ventas en un 15% durante el próximo trimestre".

2. Respetar la alineación de objetivos

Es fundamental que al determinar objetivos de un trabajador se tengan presentes las responsabilidades de su puesto de trabajo y cómo desde este aporta a los propósitos de la empresa, es de esta forma que se podrán definir objetivos alineados y que sea posible cumplir.

3. Relación entre alcanzables y desafiantes

Es importante para cualquier empresa pensar a futuro y buscar un crecimiento constante, para ello se deben tomar riesgos y apostar a nuevos desafíos, pero siempre dentro de lo alcanzable. Para esto, debes tomar en cuenta factores como:

  • Tiempo previsto para el cumplimiento del objetivo. ¿Se puede lograr en ese plazo de tiempo? ¿Es posible ajustar el tiempo de no conseguirlo? ¿Tiene fecha cerrada?

  • Recursos necesarios para su consecución. ¿Cuento con los recursos para cumplir con lo solicitado? ¿Puedo obtener los recursos que no tengo para cumplir los objetivos?

Al momento de definir los objetivos de un trabajador procura exigir un poco más, para que con esfuerzo y dedicación puedan conseguirlo. No obstante, no los dejes a sus anchas, mantén un apoyo constante para que esos nuevos desafíos puedan resultar alcanzables para todos los miembros del equipo, aunque puedan aparecer trabas en el camino.

Para esto, consulta el rendimiento de cada trabajador en los años anteriores y establece objetivos en base a ello. Recuerda que, no todos los miembros de tu equipo trabajan de la misma forma ni responden igual ante los nuevos desafíos, tómalo en cuenta para sacar el máximo provecho a la gestión de tu capital humano.

4. Trabaja en función de plazos

Es innegable que todas las empresas, sin importar la industria en la que se desenvuelven, están sujetas a cumplir unos plazos, sea para ejecutar proyectos, realizar una actividad o prestar servicios. En este sentido, fija objetivos de un trabajador desde las actividades más inmediatas primeramente, hasta las que conllevan más tiempo su ejecución o realización.

En este contexto, puedes utilizar una Matriz de Eisenhower entre tus estrategias para administrar el tiempo dentro de la empresa y tener un control sobre las tareas prioritarias o urgentes. Esta herramienta te ayudará a fijar objetivos de un trabajador de una forma más sencilla y en función de sus puestos de trabajo dentro de la organización. 

Matriz Eisenhower

Fuente: Crehana

5. Considera retribuir los objetivos alcanzados

Cada vez es más habitual que las empresas se motiven a cumplir los objetivos de un trabajador con retribuciones o bonos extras al sueldo por cumplimiento de objetivos, ya sea individuales, por equipos o departamentos, esto puede variar en función de la capacidad de la empresa e incluso, de las responsabilidades de tus colaboradores. 

Si aún no has probado esta estrategia para motivar a tus equipos y maximizar resultados, te recomendamos lo hagas prudentemente, comienza por bonos pequeños y luego, si ves mejoras o resultados favorables podrás implementar un mejor programa de incentivos.

6. Mantén un seguimiento activo del avance de los objetivos

Fijar objetivos de un trabajador o un equipo no basta, es necesario que mantengas un seguimiento del avance de las actividades y los posibles obstáculos que puedan presentarse, ya sea para brindar herramientas que ayuden en la consecución de la tarea o para realizar los ajustes necesarios que permitan el correcto avance de las labores.

De ahí la importancia de que los líderes estén al tanto de lo que sus colaboradores y equipos están realizando, la sintonía entre jefes, líderes y trabajadores es clave para lograr el crecimiento empresarial. 

La fijación de objetivos de un trabajador no es solo una práctica común en las empresas, es una necesidad estratégica que impulsa el rendimiento y el éxito tanto a nivel individual como organizacional. Los objetivos bien definidos y alineados proporcionan una guía clara para las acciones y decisiones de cada miembro del equipo, dirigiendo el flujo de trabajo hacia resultados tangibles y medibles.

Al establecer objetivos de un trabajador, es crucial tener en cuenta diversos factores, como la especificidad, la relevancia, la alcanzabilidad, la temporalidad y la transparencia en la comunicación. Es fundamental involucrar a los trabajadores en el proceso de establecimiento de objetivos, brindándoles la oportunidad de contribuir y sentirse parte del proceso.

Además, es importante reconocer las diferencias entre los objetivos generales y específicos, así como entre los objetivos del trabajador y los objetivos de la empresa, asegurando siempre su alineación para promover el éxito mutuo.

Si quieres estar al corriente de las novedades que Crehana trae para ti en este aspecto u otros temas del mundo laboral, te invitamos a suscribirte a nuestro Newsletter. ¡Nos vemos en la próxima!