El síndrome del impostor es considerado un trastorno emocional que afecta todas las áreas de desarrollo de la persona, incluyendo la profesional. Particularmente, en este problema de salud emocional, se presenta una autopercepción con ciertas limitaciones en cuanto a las capacidades y formas de relacionarse positivamente con el trabajo y con el entorno.
Desde una perspectiva laboral, el síndrome del impostor afecta no solamente la inclusión de nuevo talento humano dentro de las medianas y grandes compañías. También, los niveles de rendimiento alcanzados por los grupos en un período de tiempo en particular. Para evitarlo, es indispensable que desde el departamento de talento humano, se establezcan políticas estratégicas de bienestar integral que estén orientadas a la detección temprana de casos de síndrome del impostor.
Dentro de este contexto, el rol de líder de los equipos se vuelve indispensable. Sigue leyendo esta guía sobre la importancia del síndrome del impostor hoy en día. Así, podrás obtener todos los conocimientos teóricos y prácticos que necesitas para mejorar la salud emocional de tus equipos, promover un buen clima laboral y obtener el desempeño empresarial que hayas planificado como mánager.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor puede definirse como un trastorno emocional o psicológico que incluye una autopercepción equivocada de las competencias, habilidades y posibilidades de crecimiento de una determinada persona en cualquier ámbito de desarrollo. En función de un enfoque laboral, el síndrome del impostor se manifiesta por medio de una reducción de la autoconfianza, autovaloración y de la autorrealización y superación personal. Si bien es cierto que solamente un profesional de la salud mental tiene la autoridad suficiente para emitir un diagnóstico y efectuar un tratamiento del síndrome del impostor, los líderes de equipo tienen la posibilidad de adquirir ciertas skills que pueden servirles para detectar posibles casos de este tipo en sus equipos.
A pesar de que la conceptualización del síndrome del impostor en el trabajo puede variar en función de la subjetividad de cada una de las personas, a continuación, te presentamos algunas de las características del síndrome del impostor que pueden considerarse desde una perspectiva general y según un entorno de trabajo corporativo de gran dimensión:
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Aquellos colaboradores que tienen el trastorno de impostor consideran que no están lo suficientemente preparados desde un enfoque formativo o experiencial para llevar a cabo una serie de funciones u ocupar un perfil profesional en especial.
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Tienen una baja tolerancia al fracaso y a la frustración debido a problemas vinculados con la autoestima. A veces, la propia estructura de la personalidad y/o distintas situaciones vivenciales que han atravesado las personas generan una falsa percepción de su valor como agentes productivos en un ambiente organizacional.
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En ocasiones, el síndrome del impostor está asociado con otros problemas de salud emocional, como la depresión o ansiedad. En lo estrictamente laboral, la búsqueda de la perfección hace que los colaboradores que tengan síndrome del impostor al mismo tiempo padezcan del síndrome de Burnout. Esto les provoca estrés y complicaciones de salud psicofísica. De acuerdo con nuestro podcast Cambia de hábitos, no de trabajo: moldea culturas antiburnout con Alejandra Lara de Totalpass, es esencial que los líderes de equipo no solamente aprendan a dar directivas específicas. Igualmente, que pongan en acción mecanismos de escucha activa y empática, sostenidos en la relevancia de sostener la parte emocional y mental de los empleados. De este modo, se podrá evitar el síndrome de Burnout y sus consecuencias negativas para el talento y las compañías.
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Existen diversas tipologías o subtipos de este trastorno del impostor o fraude. En efecto, algunas personas suelen ser perfeccionistas y autoexigentes. Esto provoca un alto nivel de sobrecarga de trabajo para satisfacer las necesidades laborales. Por otra parte, los colaboradores que tienen síndrome del impostor laboral se esfuerzan por no solicitar ayuda a los demás. Así, detrás de su autosuficiencia, esconden la naturaleza de sus propias inseguridades. Por último, entre los empleados que padecen del síndrome del impostor, están los que consideran que han engañado a los encargados del proceso de selección de talento de la empresa o a sus propios líderes de equipo. Ello porque no tienen las skills necesarias para alcanzar los objetivos de forma exitosa.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome del impostor?
Detectar con facilidad la sintomatología propia del síndrome del impostor se necesita para que los colaboradores identifiquen si tienen algunos de estos rasgos conductuales o de salud emocional. Asimismo, es imprescindible que los líderes de equipo de los entornos organizacionales de mediana y gran dimensión sepan reconocer en sí mismos y en sus equipos de trabajo la existencia de personas que estén atravesando un trastorno como síndrome del impostor. De hecho, para que un mánager sepa reconocer los principales síntomas del síndrome del fraude laboral en sus colaboradores, aquí enlistamos algunos de los más relevantes:
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Síntomas propios de los trastornos de ansiedad. Aunque el espectro sintomatológico es muy amplio, aquí se pueden incluir la angustia, sensación de ahogo, los pensamientos intrusivos, junto con la falta de concentración y de memoria. Igualmente, el síndrome del impostor y la ansiedad se relacionan a través de una alta introspección, acompañada a veces por una falsa modestia o hasta niveles de perfeccionismo intolerables. Esta situación contextual puede provocar alteraciones en el ánimo, acompañadas por una pérdida de interés por actividades que anteriormente eran relevantes y una sensación de estrés continuo.
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Dificultades relacionadas con el sueño. En efecto, las alteraciones del sueño en el síndrome del impostor son frecuentes ya que al estar expuestos a altos niveles de exigencia autoimpuesta, se vuelve complicada la conciliación del sueño en forma natural. Con respecto a este síntoma del síndrome del impostor, se debe mencionar el insomnio; y también, los despertares nocturnos. En este último caso, la imposibilidad de atravesar las fases profundas del sueño provocan sumo cansancio al despertar y bajo rendimiento diario en relación con el cumplimiento de las tareas básicas personales y laborales.
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Aislamiento social. La inversión de altos niveles de energía en el ámbito laboral para satisfacer las expectativas internas y externas genera que la persona se vuelque sobre sí misma y deje de relacionarse en forma saludable con su entorno. En ocasiones, este aislamiento del síndrome del impostor puede estar asociado con problemas de depresión y conductas de introspección extremas.
¿Cómo superar el síndrome del impostor en tus equipos?
La existencia del síndrome del impostor dentro del ámbito laboral implica dificultades para las personas que integran los equipos de trabajo.. A la vez, complica el alcance de los objetivos propuestos desde el departamento de talento humano. Para contrarrestar esta situación, pueden ponerse en acción mecanismos específicos que te explicaremos en esta sección. Como consecuencia, podrás facilitar tu labor como líder de equipo y potenciar al máximo el rendimiento de tus grupos de trabajo:
a. Haz un relevamiento de datos
En primera instancia, en las grandes empresas, se debe conocer cuál es nivel de satisfacción general, el tipo de clima laboral que se experimenta en cada jornada laboral y si existen potenciales casos de síndrome del impostor dentro del equipo de talento. Al momento de obtener esta información de manera efectiva, se pueden llevar a cabo algunas de las acciones que acá te detallamos:
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Llevar a cabo una evaluación 360 para reconocer el rendimiento de los colaboradores y detectar si existen problemas asociados con complicaciones psicoemocionales. Aunque existen personas con síndrome del impostor que no reflejan alteraciones en su desempeño, esto puede variar. Por esta razón, se recomienda verificar en forma periódica las variaciones de la productividad laboral a través de encuestas de rendimiento.
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Se puede realizar un test para detectar casos de síndrome del impostor. Es importante que las preguntas del cuestionario sean llevadas a cabo por profesionales especializados en Psicología y que se pueda disponer de su visión analítica para verificar los resultados recabados.
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Aprovecha los beneficios de las distintas interfaces digitales que facilitan la recopilación y análisis de datos sobre el ambiente de trabajo. Una de las opciones más adecuadas es emplear un software de clima como el de Crehana que te permita gestionar las encuestas de pulso que realices de manera automática y centralizada. Como consecuencia, tendrás métricas personalizadas y en tiempo real que facilitará la toma de decisiones asociada con el síndrome del impostor y otras problemáticas.
Plataforma de clima organizacional de Crehana
b. Diseña un programa de bienestar integral para el talento humano
Por último, una vez que hayas reconocido cuál es el ambiente que se presenta dentro de tus equipos de trabajo, es momento de tomar decisiones estratégicas que neutralicen las consecuencias del síndrome del impostor y permitan alcanzar los objetivos propuestos por la compañía. Entre las metodologías más efectivas, está la implementación de un plan de salud emocional, física y psicológica para el talento humano.
Según un informe de Harvard Deusto, un buen clima laboral en el que predomine el bienestar integral debe incluir el mejoramiento de las siguientes variables: flexibilidad laboral, organización por proyectos, programas de bienestar físico y emocional, centralización de las estrategias en las personas, aplicación de un estilo de liderazgo positivo y humanista, junto con el rediseño de los espacios de trabajo para aquellas empresas que deciden mantener el modelo de trabajo presencial o híbrido. En este sentido, aquí te presentamos algunas de las opciones que pueden incluir como mánager en un programa de clima laboral con la finalidad de evitar los efectos del síndrome del impostor en tus grupos de trabajo:
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Sesiones de Psicoterapia para que los colaboradores tengan un espacio terapéutico en el que puedan exponer sus limitaciones personales y laborales. También, hablar con un profesional especializado en salud mental es de utilidad para reforzar la autoestima y la vinculación con el trabajo y con el entorno. Esto podría evitar la aparición de los síntomas del síndrome del impostor o aliviarlos para que no afecten la vida laboral.
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Encuentros de Coaching emocional que permitan el establecimiento guiado de planes de acción concretos establecidos en conjunto con un especialista. La meta es delimitar una serie de objetivos a seguir en un determinado período, e ir recibiendo un feedback comunicacional efectivo en función de la evolución de la persona. Todo para llevar a cabo ajustes que optimicen el rendimiento deseado según cada caso.
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Instancias de capacitación profesional sustentadas en el desarrollo de competencias duras y blandas para afrontar las situaciones de estrés que podrían agravar las características del síndrome del impostor. Como se afirma en nuestra Guía para desarrollar un plan estratégico de Recursos Humanos, el 76% de las personas considera que formar parte de una organización que se ocupa de su crecimiento y bienestar la convierte en una compañía más interesante y atractiva en comparación con aquellas que no lo hacen.
“Guía para desarrollar un plan estratégico de Recursos Humanos”, Crehana
En resumen, el síndrome del impostor en la empresa es una de las problemáticas psicológicas que más afecta el bienestar desde una mirada individual y dentro del ámbito del trabajo. Efectivamente, reduce los niveles de productividad del talento humano y afecta negativamente el clima de trabajo, los vínculos y el crecimiento del colaborador dentro de las medianas y grandes empresas.
Para contrarrestar los efectos del síndrome del impostor o fraude en las organizaciones, se vuelve indispensable diseñar y ejecutar metodologías de capacitación que ayuden a los líderes de equipo a reconocer altos niveles de estrés y agotamiento. También, disponer de competencias blandas que estén íntimamente vinculadas con la inteligencia emocional para reconocer cuándo es momento de recomendar el inicio de sesiones de Psicoterapia o Coaching.
Más allá de las distintas herramientas de abordaje terapéutico, desde las compañías, cada área de recursos humanos necesita priorizar la salud integral de las personas al buscar una solución al síndrome del impostor. Como consecuencia, el bienestar de los equipos mejorará y se podrán alcanzar las metas organizacionales que se hayan planteado.