“Los beneficios no monetarios se han convertido en una de las principales herramientas de las empresas para atraer y retener el talento, en la medida que las personas, además de estabilidad y salario, hoy demandan nuevos incentivos, que enmarcan como parte del ‘salario emocional’”, comenta La República.
Entonces, ¿qué son los incentivos no monetarios? El concepto hace referencia a todos aquellos beneficios que suman al bienestar del equipo desde un enfoque diferente al económico, tanto a nivel personal como profesional. Hoy en día son fundamentales en las estrategias para motivar a los colaboradores en el trabajo.
También es importante considerar que un plan de incentivos no monetarios potencia la propuesta de valor empresarial. Aquello es clave para fidelizar a los colaboradores y atraer a más candidatos. A continuación, te presentamos una lista de ejemplos de beneficios no monetarios para armar o potenciar tu cartera de incentivos laborales.
Programas de formación profesional
Los programas de formación son uno de los incentivos no monetarios más populares. Benefician mucho a los colaboradores, ya que los ayudan a pulir su perfil profesional. Les permite desarrollar nuevas habilidades y fortalecer sus puntos débiles, para así volverse más eficientes y proactivos.
Se trata de un beneficio no monetario que representa una gran oportunidad de crecimiento para los miembros del equipo. Sin embargo, hay que saber cómo estructurar las capacitaciones para que las personas puedan sacar verdadero provecho de él.
Como HR Manager, tu tarea es averiguar cuáles son los aspectos que cada colaborador necesita mejorar para hacer un plan en base a ellos. Los programas de formación personalizados son más efectivos, sobre todo cuando se trata de una empresa grande, pues atienden de forma específica las necesidades de cada trabajador.
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Flexibilidad horaria
La flexibilidad laboral es, sin duda, uno de los incentivos no monetarios que cada vez cobra más popularidad entre las empresas. Principalmente, promueve la motivación del equipo de trabajo y, a su vez, favorece al incremento de la productividad y el compromiso con la empresa.
Contar con la libertad para decidir desde dónde trabajar y en qué momento, hace que los empleados se sientan más cómodos en el trabajo, ya que podrán realizar sus labores sin postergar sus otras responsabilidades. De hecho, este beneficio no monetario contribuye, de cierta manera, a disminuir los niveles de estrés y ansiedad.
“El horario flexible ayuda a que los empleados se sientan más motivados y, por tanto, a que desempeñen su trabajo de manera más productiva y consigan alcanzar los objetivos establecidos con mayor facilidad”, indica un artículo de Sodexo.
Días libres
Los días libres son incentivos no monetarios muy populares entre los colaboradores. Muchas empresas los incluyen como parte de su política de reconocimiento laboral: a cambio de un excelente rendimiento, las personas obtienen uno o más días libres para desconectarse de sus labores y recargar energías.
También, suelen estar dentro de la lista de beneficios no monetarios que los colaboradores pueden reclamar en fechas especiales como cumpleaños, día del padre o día de la madre. El objetivo es darles espacio para celebrar estos momentos de la manera que prefieran.
Al entregar días libres, la empresa promueve el equilibrio entre la vida personal y laboral del equipo. Como resultado, estos beneficios no económicos influyen positivamente en las personas, generando mejores resultados en las actividades que realizan.
Actividades de ocio
Las actividades de ocio o recreación son muy buenas para unir al equipo. Son eventos en los que pueden conocerse mejor, tanto a nivel personal como profesional. Esto les ayudará a comprender que cada persona tiene un rol importante en la empresa y que la colaboración es fundamental para alcanzar los objetivos.
Estos son algunos ejemplos de incentivos no monetarios que pueden considerarse actividades de ocio:
- Voluntariados en equipo
- Paseos de integración
- Reuniones de equipo
- Almuerzos o cenas
Promociones o descuentos
Cada colaborador entiende el bienestar de manera diferente; sin embargo, en términos generales, el término “bienestar” hace referencia a la calidad de vida. Es importante reconocer que los incentivos no monetarios deben ser variados para abordar, en la medida de lo posible, los intereses de toda la nómina.
Por ello, te recomendamos incluir en tu plan de incentivos no económicos una lista de promociones o descuentos en servicios externos a la empresa. Esta opción es ideal porque representa un ahorro en gastos. Puedes ofrecer cupones de descuento para ir al supermercado, gimnasio, tiendas de ropa, accesorios para la casa, entre otras.
Lo importante es que las tiendas o servicios afiliados contribuyan con la mejora del estilo de vida de las personas. Para tener un mejor catálogo de beneficios no monetarios, te sugerimos preguntar a tu equipo cuáles son las categorías (belleza, moda, salud, etc.) de su preferencia e incluirlas.
Promoción interna
La promoción interna es uno de los incentivos no monetarios menos considerados por las empresas. Aunque la mayoría decide recurrir al talento externo cuando se trata de cubrir un puesto, lo cierto es que el reclutamiento interno es muy favorable.
Con esta práctica, tu equipo podrá ver que estás comprometido con su crecimiento profesional y que, además, reconoces su esfuerzo y dedicación diaria. Esto los motivará a seguir trabajando con empeño para conseguir mejores oportunidades en la empresa.
En consecuencia, implementando este ejemplo entre los beneficios no monetarios la rotación de personal disminuye. Recuerda que, hoy en día, los colaboradores permanecen en las empresas que les ofrecen nuevos desafíos y retos a largo plazo.
Espacio de trabajo ergonómico
La ergonomía laboral hace referencia a la comodidad que siente un profesional en su lugar de trabajo, el cual puede ser una oficina o su casa (si trabaja a distancia). Incluimos este ejemplo en la lista de incentivos no monetarios porque el empleador tiene la responsabilidad de que ambos escenarios sean igual de agradables para los colaboradores.
Si los trabajadores están cómodos, se enfocarán en sus tareas y cumplirán con los objetivos. Además, estarán dispuestos a colaborar con sus compañeros y a ayudarse entre sí. Naturalmente, ante esta conducta, los resultados de la empresa serán más favorables.
Estos son los criterios que debes considerar para potenciar tu plan de incentivos no económicos con este ejemplo:
- Buena iluminación
- Sillas cómodas
- Mesas de trabajo adecuadas
- Herramientas tecnológicas
Sin duda, hay muchas más opciones de incentivos empresariales no monetarios que puedes adaptar y emplear para motivar a tu equipo. Sin embargo, es importante mencionar que estos siempre deberán estar acompañados de una gestión eficaz para que logren obtener los resultados que esperan.
Además, los ejemplos de incentivos monetarios deben seleccionarse en función a las necesidades de tu equipo, solo así podrás observar cambios positivos en los niveles de satisfacción de los colaboradores.