“Y vivieron felices por siempre” puede ser lo primero que se te ocurra cuando piensas en los tipos de desenlace de las novelas o películas, aunque sabemos que desafortunadamente no siempre acaban así.
Es común que en la infancia hayamos creado ciertas expectativas en cuanto a cómo acaba una historia. En nuestro subconsciente puede estar programada la idea de que acabará en un final feliz y los conflictos se resolverán. Conforme vamos creciendo, enfrentamos el mundo real y descubrimos que aunque quisiéramos, los finales no siempre son así, y existen muchos tipos de desenlace.
Es verdad que la primera impresión es clave para saber si algo te va a gustar o no, pero cuando se trata de una historia, el final es lo que te llevas. Lo que pasa al terminar la historia hará que el libro o pieza que leas te deje un buen sabor de boca o una gran desilusión. Por eso, los tipos de desenlace en una historia son fundamentales para todo escritor.
También es cierto que a lo largo del desarrollo de una historia, los lectores se van creando expectativas de lo que pasará al final o de cómo se resolverá el conflicto o tema principal de la obra. Dependiendo del efecto que éste quiera crear, escogerá entre los diferentes tipos de desenlace que existen.
En este artículo te vamos a explicar uno de los elementos más importantes para aprender cómo contar historias, y te enseñaremos cuáles son las características de cada uno de los tipos de desenlace para que aprendas a identificarlos.
1. Desenlace cerrado
En este tipo de desenlace se resuelven las tramas de la historia y el autor nos da a conocer el futuro que los personajes enfrentan. Es uno de los más clásicos y directos, no nos dejan con dudas y podemos irnos en paz sabiendo lo que sucedió en el libro o película.
En el desenlace cerrado solo te tienes que preocupar por desarrollar al máximo las características de los personajes y establecer un relato sobre su futuro que le permita al lector cerrar la historia en paz.
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2. Desenlace abierto
Este puede resultar para algunos, uno de los tipos de desenlace más intrigantes o hasta estresantes. La trama queda sin resolverse y es tarea del lector imaginar qué solución ocurrirá para los conflictos de la historia y determinar el destino de los personajes. En este tipo de desenlace el lector deberá de usar su creatividad y pueden existir millones de finales, uno en cada cabeza de cada lector.
A pesar de que este tipo de desenlace puede llegar a causar estrés, se está usando cada vez más en la literatura moderna. Una de las posibles explicaciones es que los autores buscan reflejar el hecho de que la realidad que vivimos hoy es cada vez más compleja y que pueden haber situaciones en las que los problemas no se solucionen por completo.
3. Desenlace feliz o positivo
Aquí aplica el “y vivieron felices por siempre” al que hacíamos referencia al inicio. Los protagonistas de la historia obtienen lo que buscan y los antagonistas terminan derrotados. Se usan frecuentemente en las novelas románticas, y en la literatura infantil y juvenil, aunque ya no tanto como antes.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, ha surgido una nueva versión del final feliz, a la que se le ha referido como ‘aceptación del conflicto’. Con esta idea, se proporciona al lector la idea de que el protagonista asume la situación tal como es y es capaz de encontrar maneras de superarla.
4. Desenlace triste o negativo
Es el opuesto del tipo de desenlace pasado. En este caso, los protagonistas no consiguen sus objetivos y el lector o audiencia se queda con un sentimiento pesimista. Podemos encontrar este tipo de finales en historias dramáticas, en las que nos quedamos con un aire de melancolía.
Este desenlace es uno de los tipos de desenlace que más impacto causa en el lector, debido a que rompe fuertemente sus expectativas, o a que puede sentirse conflictuado si se llega a identificar con el personaje que no pudo encontrar una salida en la historia. Saca a relucir la vulnerabilidad tanto de la obra como de quien la está apreciando.
5. Desenlace trágico
Este final va más allá del desenlace triste. Existe un grado de dramatismo más marcado y que resulta ser desastroso para los personajes principales. Puede involucrar la muerte de alguno de ellos o temas como destrucción total en historias relacionadas con los géneros de ficción o ciencia ficción, utopía, etc. Un ejemplo muy claro de un final trágico es el de la aclamada película del Titanic, ¿no te parece?
6. Desenlace esperanzador
Este tipo de desenlace cuenta, igual que algunos de los tipos de desenlace mencionados anteriormente, con la ayuda de la percepción del lector y su participación activa en el desarrollo de la historia. El autor no explica explícitamente cómo se resuelve la historia, pero utiliza estrategias y pistas que dan a entender que el problema se va a solucionar en el futuro. Los detalles finales más íntimos corren por cuenta de la audiencia.
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7. Desenlace sorpresa
¿Alguna vez has llegado al final de un libro o de una película y experimentado una gran sensación de asombro pasando por tu mente? Probablemente te encontraste con un desenlace de este tipo. Dependiendo de la historia, puede que el conflicto principal se resuelva, pero esto pasa de una manera que nunca hubieras imaginado. Existe el famoso giro inesperado al final, y éste puede cambiar por completo el sentido del principio de la historia.
Sabemos que como escritor o artista, algunas veces puedes sentir que la creatividad se te ha escapado. Para estos casos, prueba nuestros cursos de escritura y recupera la imaginación que hace falta para escribir buenas historias.
8. Desenlace natural
Opuesto al desenlace sorpresa, este tipo de desenlace en una historia es el final que se esperaría de acuerdo a los acontecimientos que ocurrieron a lo largo de la narración. Se caracteriza por ser lógico y consecuente, nada que ocasione sentimientos extremos ni de extrañeza.
9. Desenlace moral
Este tipo de desenlace tiene como objetivo comunicar un valor ético o bien dar una lección. Piensa en los cuentos clásicos de tu infancia que tus padres o maestros repetían una y otra vez para que al final te recordarán que había algo que deberías hacer o evitar, justo como los personajes de la historia.
Este es uno de los tipos de desenlace que ha sido estudiado y conectado con la disciplina de la psicología. Resulta notable saber que la tendencia a seguir utilizando el desenlace moral en la literatura infantil y juvenil moderna ha sido revertida y ampliada para usar diferentes tipos de finales.
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De acuerdo a un estudio que aparece en la Revista de Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, solamente un 60% de las obras de calidad de los años ochenta seguía con la tradición de resolver el conflicto principal de la historia haciéndolo desaparecer.
El mismo estudio, menciona que los tres tipos de desenlace principales que se han adoptado en las sociedades occidentales han sido: aceptación y asunción del conflicto por parte de los protagonistas debido a que desarrollan nuevas condiciones de vida, desenlaces abiertos y desenlaces negativos, que ya explicamos arriba.
Este hecho demuestra que ha existido una ruptura en cuanto a los temas que se pueden abordar en los libros infantiles y juveniles, y un esfuerzo por incrementar la capacidad de los niños y jóvenes para enfrentar retos internos y del mundo que los rodea.
Otros tipos de desenlace
Aunque ya exploramos los tipos de desenlace más populares en cuanto a la creación de historias, pueden existir otras maneras de acabar una obra.
Existen los finales mezclados, con una estructura más complicada de la historia y que requiere de una mayor comprensión por parte del lector. Pueden llegar a darse finales que tengan aspectos positivos y al mismo tiempo negativos, para crear una búsqueda de complicidad o de juego con el lector.
En industrias creativas como lo es la escritura, hay que tener siempre en cuenta y recordar que cada cabeza es un mundo. Cada autor puede elegir cierto tipo de desenlace o estructura en general para su obra, o puede ir completamente en contra de las reglas y tradiciones de narrativa convencionales. Al final del día, los trabajos más únicos y que rompen barreras establecidas, son los que frecuentemente pasan a la historia.
Los tipos de desenlace diferentes y originales son los que hacen que una historia sea memorable para la audiencia. Sin embargo, se abre el riesgo de decepcionar al lector con un final muy inesperado o que deje un sentimiento que no le agrade. Por esta razón, es importante que el final de tu historia sea coherente con su inicio y con sus planteamientos para cautivar al lector y que éste se quede con el sentimiento que deseas transmitirle.
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¿Por qué es importante definir el tipo de desenlace?
Primero que nada, tenemos que entender qué es el desenlace y por qué es tan relevante en una historia.
El desenlace de una historia es la parte final, en donde todo cobra sentido, los hilos sueltos se atan e idealmente las expectativas que el lector creó en su mente se cumplen. Conocemos la nueva cotidianidad del protagonista, que ha experimentado un cambio en su vida. Existen muchos tipos de desenlace en la narrativa, porque como bien sabemos, el área de la escritura creativa no tiene límites.
Cada historia tiene su propio final, pero hay varios tipos de desenlace que se usan comúnmente para finalizar una historia.
En esta nota te hicimos un resumen de los tipos de desenlace más populares. Ya sea que tu profesión sea escritor o seas un lector apasionado, si revisaste cada uno de los tipos de desenlace que te comentamos, estarás en la capacidad de identificar el tipo de desenlace de tu siguiente lectura.
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Tips para escribir el desenlace de una historia
Ahora que ya conoces los tipos de desenlace que se suelen utilizar para contar una historia, puedes empezar a escribir con la seguridad de que el final de tus personajes no defraudará a la audiencia. Sin embargo, para asegurarte un buen camino y explicarte con mayor detalle cómo escribir el desenlace de una historia, te daremos una pequeña lista de consejos que te serán de mucha ayuda.
Bien sea que se trate de un cuento corto, de una novela, o de un guion para una producción audiovisual, saber escribir un desenlace es fundamental para tu carrera de escritura. Así que saca tu libreta de apuntes, afila tu lápiz y empieza a tomar nota.
Planifica el final de tu historia antes de empezar
No hay manera de que alguien pueda escribir un buen libro sin tener idea de qué es lo que va a hablar. Es más, algunos escritores suelen hacer un esquema para organizar sus ideas y darle estructura a lo que quieren escribir antes de hacerlo.
Por ejemplo, quienes escriben guiones suelen dividir su texto en tres partes: el planteamiento, el nudo o confrontación, y la resolución o desenlace de la historia. Planificar los tipos de desenlace que podrías usar en tu final, antes de escribirlo, te puede ayudar para organizar la historia y orientarla hacia eso que consideras que podría ser un buen desenlace o final.
Saber con anticipación el tipo de desenlace que usarás y el final que tendrán los personajes en tu texto es útil para soltar pequeñas pistas que le permitan al lector entender qué fue lo que pasó y aceptarlo como un buen cierre.
Con esto no nos referimos a que debes conocer cada uno de los detalles que usarás en el final de tu historia, sino a que reflexiones sobre lo que le sucederá a tus personajes y decidas el tipo de desenlace que utilizarás para cerrar la historia. Esto te ayudará tanto en el proceso creativo como en el de escritura.
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Prueba con diferentes tipos de desenlace
La ventaja de conocer los tipos de desenlace en un cuento o historia es que puedes dedicarle algo de tiempo a escoger lo que podría servir más para complacer a los lectores. Además, probar con un desenlace abierto o un desenlace cerrado, entre otros, nos puede ayudar a tener diferentes perspectivas sobre la conclusión que debería tener lo que escribimos.
Un buen ejercicio es escribir utilizando diferentes tipos de desenlace y preguntarse cosas como qué tipo de emociones evoca lo que escribimos, qué aporta a la historia ese cierre, y qué impacto podría tener en las personas que lo lean.
No te preocupes si al principio no avanzas mucho con esto, porque la verdad es que usar el tipo de desenlace adecuado y conectarlo de forma adecuada con el resto del texto a veces puede resultar complicado. ¿Cuántas películas o libros no te han parecido decepcionantes por su tipo de desenlace?
Debes tener paciencia e intentarlo una y otra vez hasta dar con el tipo de desenlace que mejor se adecue a tu texto. Algunas veces lo mejor es esforzarse un poco más para ver los resultados que esperamos.
Mantén la credibilidad de tu historia
Cuando se cuenta una historia y el lector tiene la intención de avanzar por la trama para descubrir qué sucede, se genera una especie de pacto entre el lector y el texto, y lo mejor que puede hacer un escritor para honrar esto es mantener la coherencia y usar un tipo de desenlace que sea consecuente con la historia que ha estado contando.
Además, un buen escritor trata de preparar toda su historia para el tipo de desenlace que escogió, así que todo debería llevarte a escribir el final sin tener que perder la credibilidad. Lo más importante es tener presente cada uno de los elementos que utilizaste para la construcción de los personajes y asegurarse de cumplir con las reglas establecidas en el universo de la historia.
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No importa si se trata de un desenlace cerrado, de un desenlace abierto, o que te hayas valido de tu creatividad para sorprender a los lectores, debes mantener la coherencia. Majo Moiron, profesora del curso El arte de la escritura, nos comenta un poco sobre la coherencia en la escritura y nos da un ejemplo para entenderlo:
“Bueno, vamos a reflexionar sobre la idea de la verdad en la literatura, que es un tema complejo. Cuando se trata de un texto que viene desde la propia memoria, como sería un primer relato de autoficción, existe un riesgo enorme en el concepto de la verdad. No se trata de ser fiel a los hechos de la experiencia vivida que queremos contar, porque a veces la propia búsqueda de esa verdad, nos hace traicionar los hechos, y sobre todo a los personajes”.
De esto, podemos deducir que lo que importa es guardar la coherencia o la verdad de ese mundo de ficción sobre el que estamos escribiendo, y que cada una de las cosas que escribamos o el tipo de desenlace que utilicemos debe estar adaptado a las reglas que condicionan a los personajes dentro de la historia.
Trata de impactar emocionalmente al lector
Una de las mejores maneras de evaluar si un tipo de desenlace es efectivo o no en una historia es analizar qué tipo de emociones genera en el lector. Las emociones son la manera más sencilla de estimular a los lectores, de conectarlos con lo que escribimos, y de mantener lo que contamos en su memoria.
No importa si se trata de un tipo de desenlace triste o feliz, debes mover a los lectores emocionalmente. De hecho, muchas personas evalúan el tipo de emociones que les generó una película o un libro para determinar qué tan bueno fue.
Estudia y toma como referencia el trabajo de otros
Si viste la película Fight Club es probable que tengas una clara referencia de lo que debe ser el desenlace de una historia. Sorprender a la audiencia y demostrarle que en el desarrollo de toda la historia siempre hubo pistas sobre lo que iba a suceder, es una buena manera de generar impacto en el público, e incluso provocar en él una sonrisa de complicidad. No por nada se ha convertido en una película de culto.
A lo que nos referimos con esto, es que existen una infinidad de ejemplos de desenlace cerrado, abierto, trágico, esperanzador, etc. Para cualquier tipo de desenlace que desees utilizar puedes encontrar una buena referencia.
Lo mejor que puedes hacer es crear una lista de referencias, clasificarla por los tipos de desenlace que se utilizaron, y tomar de cada uno de ellos lo mejor para tu obra. No importa si se trata de películas, novelas o cuentos cortos, siempre encontrarás algo de valor en el trabajo de los demás. La idea es que encuentres inspiración para escribir.
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Lo más atractivo de los tipos de desenlace es que pueden impactar de manera distinta a cada lector que se topa con la historia. Si hablamos de desenlaces abiertos, el lector forma parte activa de la historia porque determina cuál es su final, como lo comentamos previamente.
Las historias, como toda obra de arte, solo están completas cuando son percibidas e interpretadas por el espectador, o en este caso leída en un libro o vista en una película. Las experiencias y creencias personales de cada lector o espectador, influirán en su percepción de la obra y por ende, también en su reacción a los diferentes tipos de desenlace que puedan ofrecer.
Por lo tanto, los escritores tienen un enorme reto al escribir el desenlace de sus historias. Claro que deben de tener en cuenta muchísimos factores en el proceso de escritura completo, por ejemplo, las diferentes partes del desarrollo de la historia, saber quiénes son su público meta, el género en el que se quieren clasificar, y el sentimiento o mensaje que quieren comunicar con su historia. Dependiendo de su objetivo, pueden escoger entre los tipos de desenlaces mencionados en esta nota para culminar su obra maestra.
Hasta aquí llegamos con nuestra nota sobre los tipos de desenlace. Antes de irte recuerda lo que te aconseja Aristóteles en su obra Poética, "Todo buen final debe ser inevitable e inesperado".
¡Hasta pronto!