¿Qué es la resiliencia ecológica? Sé que te preocupa el cuidado, la protección y la preservación de la vida en el planeta, por eso te encuentras leyendo esta nota. ¡Tranquilo/a! Acá no encontrarás malas noticias solo información para ayudar al mundo.
¡Vamos! Anímate a explorar la Tierra a través de la resiliencia ecológica, una capacidad que, en ocasiones, parece el poder de un superhéroe. ¡Adivina qué! Todos los seres vivos pueden desarrollar este poder, incluso tú.
¡Adelante! Explora nuevas ideas como la resistencia ambiental, la resistencia ecológica, entre otras, y aumenta tu conocimiento para ayudar al planeta. Este viaje es un desafío que ofrece una gran recompensa, saber qué es la resiliencia ecológica.
¿Estás listo/a? ¡Comencemos!
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es una capacidad mediante la cual los seres vivos, no sólo consiguen sobrevivir a un trauma, sino además, verse beneficiados con este. Es importante destacar, que esta capacidad es resultado de la evolución.
Sin embargo, la resiliencia significa una cosa para las ciencias ecológicas y otra totalmente diferente para las ciencias sociales. En las ecológicas, la capacidad se transmite genéticamente. En las sociales, la capacidad nace y muere con el individuo. Sin embargo, la persona puede desarrollar diferentes características de la resiliencia.
- Para que exista resiliencia en la naturaleza, se necesitan dos protagonistas: un ser vivo y un fenómeno (natural o artificial). Luego, el ser vivo debe poder sobrevivir a la perturbación y evolucionar. Para que esto suceda, se precisan cambios genéticos y en la especie. Gracias a este intenso proceso, sobre la especie, su hábitat, su ecosistema, su medioambiente, la tierra toda.
- Para que existe resiliencia en un ser humano, se necesitan dos protagonistas: un individuo y un trauma (físico o mental). Luego, el ser humano debe poder sobrevivir a la experiencia y evolucionar. Para que esto suceda, se precisan cambios a nivel neurológico y actitudinal. La humanidad tiene, a diferencia de otras especies, la capacidad de desarrollar 7 pilares de la resiliencia
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¿Qué es la ecología?
Cuando se habla de resiliencia ecológica se hace referencia a un término con mucha presencia en el siglo XXI: la ecología. El autor de este término fue el biólogo alemán Ernst Heinrich Philip August Haeckel.
Ernst Haeckel consideraba a la ecología como la suma de conocimientos propios a la economía de la naturaleza. Esto abarca la relación que todo animal mantiene con su medio orgánico e inorgánico. Se incluye aquí el vínculo hostil y amistoso con cada especie de flora y fauna.
Es decir, la ecología, parafraseando a Darwin, es el estudio de las interrelaciones naturales en pos de la subsistencia. Si bien se asocia directamente con la biología, hace mucho tiempo que es parte fundamental de la historia natural.
Según el Diario Ecología, medio especializado en noticias de ecología y medio ambiente, el término ecología refiere al estudio de todas las complejas interrelaciones a las que Darwin se refería, como las condiciones de la lucha por la existencia.
¿En qué consiste la resiliencia ecológica?
El Stockholm Resilience Center o Centro para el Estudio de la Resiliencia, con sede en Estocolmo, Suecia, define a la resiliencia ecológica como la capacidad que tiene un individuo, un bosque, un insecto, un océano o una comunidad, para no sólo enfrentarse a los cambios, naturales o artificiales, sino para sobrevivir a éstos y aprovecharlos en su beneficio.
Esto quiere decir que la resiliencia es clave para entender que gracias a ella es posible y probable que tanto el planeta como la humanidad sigan existiendo. Sin dudas, esto no es para nada sencillo. El ser humano debe tener como única prioridad el aprender y, si se necesita, debe desaprender y volver aprender lo que las ciencias ecológicas tienen para ofrecer.
¿A qué cambios se enfrenta la resiliencia ecológica?
La resiliencia ecológica, queda claro a esta altura, es un proceso mediante el cual una especie de flora o fauna, un ecosistema terrestre o acuático, un medio ambiente natural o urbano, consigue sobreponerse a las adversidades gracias a la adaptación de sus elementos.
Las llamadas perturbaciones ecológicas ponen a prueba la resiliencia de diferentes componentes bióticos (ej: un halcón) y abióticos (ej: una piedra). Entre ellas, encontramos las agudas y las crónicas:
- Perturbaciones ecológicas agudas: son todos aquellos fenómenos naturales que actúan no sólo a gran velocidad sino además a gran escala. Como resultado, se ven afectados a nivel físico y químico elementos bióticos y abióticos.
- Perturbaciones ecológicas crónicas: son los eventos que se desarrollan en un período de tiempo muy largo. Su efecto devastador se aprecia en la extinción de la biodiversidad en un ecosistema.
Ahora bien, entre las perturbaciones ecológicas (agudas y crónicas) de origen natural que atentan contra la resiliencia ecológica, podemos mencionar las siguientes: las tormentas de fuego, los brotes de insectos, los tsunamis, el impacto de meteoritos, el sobrepastoreo, los terremotos, el propio cambio climático
Por otro lado, tenemos perturbaciones ecológicas agudas y crónicas de origen humano, las llamadas perturbaciones antropogénicas, que también ponen en jaque la capacidad de resiliencia ecológica. Algunas de ellas son los agroquímicos, la deforestación masiva, la sobrepesca indiscriminada, los metales pesados en cuencas hídricas y las especies invasoras en entornos vírgenes.
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¿Es importante la resistencia ecológica para la resiliencia?
La resiliencia ecológica ya no es sólo una actividad natural y constante practicada por cada ser vivo del planeta, sino una acción a conciencia por parte del ser humano. Es por ello que la resistencia ecológica debe ser practicada sin pausa. Ahora bien, ¿en qué consiste? Este tipo de resistencia natural abarca no sólo el cuidado, protección y preservación de los entornos naturales como patrimonio. Actualmente, se suma una acción extra y vital: la gestión inteligente y estratégica, a fin de que los recursos naturales disponibles perduren en el tiempo.
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¿Cómo afecta la resistencia ambiental a la resiliencia ecológica?
La resiliencia ecológica se ve por un lado beneficiada y por otro perturbada por la resistencia ambiental. Esta resistencia hace referencia a la pelea entre los individuos de una misma especie por los recursos disponibles.
Es una situación que enciende las alarmas entre los científicos de la era antropocena porque, ese enfrentamiento, afecta a las estrategias de preservación de medio ambientes, ecosistemas y hábitats.
La razón es que la resistencia ambiental, en esta época, altera el trabajo de la resistencia ecológica, porque la disminución o extinción de una especie animal, elemento biótico clave en todo medio ambiente, ecosistema y hábitat, es algo muy serio.
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¿La resiliencia ecológica nos salvará de la extinción?
La resiliencia ecológica, tal como sucede desde hace millones de años, tiene la facultad para cuidar, proteger y preservar la biodiversidad en el planeta. Lamentablemente, la era antropocena dificulta esta capacidad cada vez más.
Por ello, la humanidad debe tomar cartas en el asunto, sin prisa pero sin pausa, para contribuir a que los ciclos naturales continúen desarrollándose. Sólo así, será posible coexistir de manera sustentable, sostenible y perdurable.
Sin dudas, aprender y desarrollar los diferentes tipos de resiliencia que existen para transformar nuestra mente y reducir el estrés, serán clave. Porque, gracias a la resiliencia en todas sus formas, podremos afrontar la crisis que vive el mundo y conseguiremos que el equilibrio entre la resistencia ambiental y la resistencia ecológica, vuelva a existir.
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¡Felicitaciones! Ahora ya sabes que la resiliencia ecológica no es sólo la capacidad de una especie para enfrentar con éxito una situación traumática, sino el aprovecharla en su beneficio.
Si bien la naturaleza nos enseña mucho, resulta clave que primero nos conozcamos a nosotros mismos. Para ello, te recomiendo nuestros cursos de soft skills.
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Ahora sí, ¡mucha suerte y buena vida!