No sé ustedes, pero siento que estoy pasando por un proceso de rebranding. Me encuentro en introspectiva, juzgando mis rutinas, relaciones y creencias que antes eran inmutables.

Gran parte de ese análisis está en la nueva convivencia. Y digo nueva, porque estoy reconociendo dinámicas distintas en mi núcleo familiar tradicional y tengo descubrimientos personales a los que vale la pena hacerles foco.

Si estás experimentando esta etapa, creo que es importante acompañarte e ir más allá de los consejos que puedo darte en una nota. Por ello, conversé con algunos miembros del team en Crehana para que me compartan sus aprendizajes más valiosos durante estas semanas.

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No perder los hábitos que tenía antes que todo comenzara

Sergio: Separé mi espacio de trabajo de mi espacio de descanso. Llevé mi computadora a la sala donde por suerte tengo una mesa y ahi trabajo. Así puedo tener mi espacio para cada cosa. No me quedo en pijama ningún día. 

La comodidad del espacio puede hacer que te vuelvas dejado con algunas cosas y eso es lo que quiero evitar, influye mucho en tu energía. Una buena ducha temprano y cambiar de ropa como cualquier día.

Ya voy trabajando casi dos años con Sergio en la producción de cursos y doy fe que él aporta un gran sentido de responsabilidad al equipo. Como él, creo que es básico tener un buen nivel de autoexigencia en tus rutinas para ser capaz de concretar cualquier objetivo que te propongas. 

Paciencia y reconexión con mis seres queridos

Baks: Todo este periodo ha sido algo loco para mi. Estaba en medio de un viaje visitando a mis papás en Brasil cuando recibí la noticia que Perú, el país donde vivo, estaba cerrando las fronteras. 

En un primer momento fue algo desesperante el “Quedarme en Brasil sin fecha de regreso”, pero luego todo se convirtió en una oportunidad de ayudar a mis papás, que son mayores, en este momento tan delicado. Estando acá, mi pareja y yo podemos ayudar a cocinar, a hacer las compras y hasta en la limpieza. 

Luego de años viviendo fuera volví a reconectar con mi familia y con mi pasado, aprendí que no se puede tener el control de todo, pero que siempre se puede sacar algo bueno de momentos difíciles. Mi viaje de 15 días, ya se convirtió en más de 1 mes, sin saber fecha de regreso, pero sigo paciente y haciendo lo máximo para cuidar a los que amo.

Baks, además de profesora, está detrás de la campañas de diseño de todos los cursos que encuentras en nuestra plataforma y redes sociales. Aprecio su buena disposición para apoyar a quien lo necesita fuera de sus responsabilidades establecidas del trabajo. 

Ante la adversidad es importante recordar tus fortalezas y saber aplicarlas por el bienestar propio y el de las personas que más queremos, tal como ella lo hizo por sus padres. 

Comunicación, espacio y organización con quienes vives

Sergio: En mi caso, me quede con solo uno de mis roommates con el que teníamos la broma de que casi nunca nos veíamos porque teníamos ritmos y horarios diferentes. Sabemos que estamos para el otro, sobre todo si hay que conversar de algo que nos molesta de este nuevo contexto. 

Pero también nos damos bastante espacio, que creo que es algo que valoramos ambos. Desde los primeros días nos organizamos muy bien en temas de limpieza de hogar, turnos de compra y algunas pequeñas normas de convivencia que aparecieron entre conversaciones más que establecidas.

No hemos tenido ningún mal momento en ya casi un mes de cuarentena. Aparte ambos trabajamos. Cocinamos, almorzamos juntos y por ahí hablamos algo en lo que resta del día. Algo que me gusta bastante es que tratamos de motivarnos bastante entre nosotros cuando nos sentimos algo bajos de energía.

Además de la importancia de estos pilares que menciona Sergio, rescato que la motivación externa en estos momentos es vital para no perder nuestra constancia como familia y mejorar nuestros espacios, por ahora reducidos.

Esto es un poco de las historias que nos comparte el equipo. Espero tener más tiempo para conversar con ellos sobre esto y más aún, cuando los vuelva a ver.

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Ahora te invito a convertir tus experiencias en aprendizajes, sobre todo en familia. Esas personas que consideres en tu espacio familiar; tus papás, hermanos, roommates y amigos. Convierte esos silencios en reflexiones, si puedes anota tus observaciones y compártelas con quien pueda escucharte. Tú eres el punto de partida de esta nueva convivencia.