El ego puede convertirse en un verdadero obstáculo para el crecimiento y el éxito. De hecho, de acuerdo con una publicación en Forbes, mientras que un ego sano aumenta la confianza, uno demasiado “inflado” puede tener un impacto negativo en la toma de decisiones. En otras palabras, puede considerarse como el enemigo del buen liderazgo.
En un nuevo episodio de nuestro Amazing People Podcast, junto a Maria Angelica Ortiz, Head of Communications and Engagement Spanish Latam en Experian, analizamos ejemplos de la vida real y discutimos estrategias para superar este desafío. ¿Quieres saber más? Aquí te compartimos un resumen completo.
¿Cómo el ego puede afectar negativamente la capacidad de un líder para trabajar en equipo?
El ego es ese "elefante blanco en medio de la sala", tal como lo describe María Angélica Ortíz en este episodio, el cual puede convertirse en un obstáculo significativo en el liderazgo. Para ilustrarlo, hace referencia a estudios de Harvard Business Review en los que se concluye que el 67% de los líderes reconoce que el ego puede ser una barrera en este sentido.
Pero, ¿cómo exactamente el ego puede entorpecer la colaboración y el trabajo en equipo? El ego mal direccionado tiende a concentrar el poder en pocas manos, limitando la diversidad de pensamiento y la participación dentro de la organización.
Entonces, cuando las decisiones son monopolizadas, la diversidad se ve anulada, lo que puede generar falta de empatía y desmotivación entre los miembros del equipo. A su vez, esa falta de empatía puede convertirse en una cultura organizacional tóxica, llevando a la desmotivación.
En última instancia, también puede dar lugar a un alto índice de rotación de personal, con lo costoso que puede ser para las empresas. Por eso, es crucial reconocer que todos, incluso los líderes más exitosos, luchan contra el ego en su día a día. ¿Cuál es el desafío aquí? Mantener una conversación interna constante y racional para identificar las fallas propias.
Arquetipos de líderes sobre el ego
Cuando el ego eclipsa al liderazgo, pueden surgir comportamientos problemáticos como monopolizar las conversaciones en reuniones, negar el reconocimiento a los demás miembros del equipo y asumir la total responsabilidad por los logros compartidos.
Ahora bien, existen dos arquetipos de líderes, como denomina Ortíz:
- Líderes solecitos: quienes creen ser la única fuente de luz y conocimiento.
- Líderes lunas: quienes dicen “yo reflejo la luz y el brillo de los demás”, “yo brillo porque mi equipo brilla”. Una conversación totalmente diferente.
Al respecto, los líderes deben hacerse una pregunta constante: ¿estoy liderando desde una posición de ego o desde el liderazgo colaborativo? El hecho de reconocer y abordar el ego es fundamental para cultivar un entorno de trabajo saludable y productivo donde todos los miembros del equipo se sientan valorados y motivados.
¿Cuáles son las consecuencias de un buen liderazgo?
1. Cultura organizacional positiva
Cuando un equipo de trabajo está liderado a partir de la colaboración y el reconocimiento, se construye una cultura organizacional positiva. Esto conlleva una serie de beneficios intangibles que se reflejan en la autogestión, el empoderamiento y la vibración con el propósito de la organización por parte del talento.
2. Logro de objetivos
Asimismo, esta energía colectiva no solo impulsa la productividad, también facilita el logro de los objetivos establecidos. De acuerdo con Ortíz, a menudo se subestima el potencial de este camino de abundancia que se abre cuando los líderes enfocan la atención en el desarrollo y el bienestar de su equipo.
Sin embargo, la transformación cultural que se experimenta en estas compañías es un fenómeno que trae consigo una gran cantidad de beneficios. Cada vez se habla mucho más sobre el fenómeno en el que las personas no renuncian a la empresa, sino que renuncian a los líderes. Esto se debe a que la cultura organizacional tiene su origen en el equipo y en el liderazgo que se ejerce.
A pesar de que todas las organizaciones tienen su estructura de valores, estos deben manifestarse de manera tangible en el equipo por medio de las interacciones diarias. Si no se percibe esta alineación, entonces, la cultura de la empresa no se “vive” realmente.
En otras palabras, la verdadera cultura organizacional se revela en lo que sucede cuando no hay miradas sobre el equipo: ¿continúan los miembros del equipo trabajando en armonía y alcanzando grandes resultados cuando nadie está supervisando? Esa es la esencia de la cultura, no simplemente los carteles de comportamiento que adornan la entrada de la compañía, como explica Ortíz.
¿Cuáles son las formas de detectar estos comportamientos?
1. Hacer una introspección profunda
Es fundamental contar con líderes valientes que estén dispuestos a realizar una introspección profunda y a hacer ajustes en su manera de liderar. Esto implica cuestionarse constantemente y reflexionar sobre qué comportamientos no están agregando valor al equipo de trabajo.
2. Desarrollar habilidades ausentes
Asimismo, es necesario crear una agenda de aprendizaje personal para desarrollar habilidades blandas que puedan estar ausentes, como la empatía o la escucha activa. Los líderes deben estar dispuestos a salir de su zona de confort y generar espacios de creatividad en el equipo para valorar las contribuciones de cada miembro.
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3. Brindar feedback honesto
Por otra parte, es crucial tener personas dentro del equipo lo suficientemente valientes como para brindar retroalimentación honesta al líder. Un líder con un ego desmedido puede tener dificultades para aceptar la crítica.
Por eso, también es necesario contar con individuos valientes que se animen a expresar sus opiniones. Estos miembros del equipo pueden cambiar el rumbo de la organización al desafiar constructivamente al líder y promover un ambiente de confianza y apertura.
4. Apoyar a quienes están liderando
Por otro lado, los líderes más senior y ejecutivos también deben ser capaces de identificar y apoyar a aquellos miembros del equipo que estén liderando otros grupos de trabajo, pero que puedan estar luchando contra un ego desproporcionado.
En este sentido, el hecho de proporcionarles apoyo y orientación puede ayudarles a equilibrar su necesidad de control y a entender que el error es parte del proceso de aprendizaje. Al eliminar la presión de tener que demostrar constantemente su valía y permitir espacio para el error, se fomenta una cultura organizacional más colaborativa y positiva, donde el liderazgo se co-crea con el equipo.
¿Cómo se puede activar la humildad en el entorno empresarial?
Para activar la humildad en el entorno empresarial, hay que trabajar por un ambiente laboral donde se fomente la autenticidad y la honestidad. Esto implica construir un equipo de trabajo que genere un espacio seguro para que cada individuo pueda ser él mismo, sin la necesidad de aparentar ser alguien que no es.
En este ambiente de confianza, los líderes y los miembros del equipo pueden mostrarse vulnerables y admitir cuando no tienen todas las respuestas o habilidades necesarias para abordar un problema. Así, la humildad surge cuando se permite que las personas reconozcan sus limitaciones y estén dispuestas a aprender de otros.
En lugar de rechazar nuevas ideas o enfoques porque no encajan con su experiencia previa, los líderes deben estar abiertos a explorar nuevas perspectivas y aceptar sugerencias incluso si provienen de personas menos experimentadas.
Esto requiere dejar de lado el miedo al fracaso o a ser percibido como incompetente, y estar dispuesto a admitir cuando se necesita ayuda o orientación. Además, es fundamental que los líderes creen un ambiente donde la vulnerabilidad sea vista como una fortaleza y no como una debilidad.
Esto implica mostrar a los demás que está bien no tener todas las respuestas y que es natural buscar ayuda o consejo cuando sea necesario. Al normalizar la vulnerabilidad, se abre la puerta a la autenticidad y a una mayor conexión entre los miembros del equipo.
Fórmula del liderazgo efectivo
La reflexión final que comparte Ortíz es un recordatorio poderoso de que el camino hacia un liderazgo auténtico y efectivo es una lucha constante contra nuestro propio ego. A lo largo de su aprendizaje, descubrió una fórmula simple, pero profunda: autenticidad, credibilidad y confiabilidad.
Sobre esto, señala que se puede ser un líder auténtico, ganar la credibilidad del equipo y ser una persona confiable. Pero, si todo esto está motivado únicamente por el deseo de obtener reconocimiento personal, pierde su valor. Cuando el ego habla más fuerte que la autenticidad, credibilidad y confiabilidad, todo se desvanece.
Es importante recordar que el liderazgo no se trata de acumular reconocimiento o medallas, sino de servir a tu equipo y a tu organización con integridad y humildad.
Así, cuanto más se deja de lado el ego, más auténtico, creíble y confiable se vuelve el liderazgo. Es un recordatorio de que la verdadera grandeza como líder proviene de poner las necesidades de los demás por encima de las propias y trabajar por el éxito colectivo.
Conoce a María Angélica Ortíz de Experian
María Angélica Ortíz es magíster en Administración de Empresas. Es experta en comunicación corporativa y profesional en comunicación y periodismo, con una amplia trayectoria. Más de 13 años de experiencia trabajando para marcas financieras, de construcción, gastronomía y tecnología, incluyendo empresas cotizadas en el FTSE 100 como Cemex y Experian.
Tiene experiencia desarrollando estrategias de comunicación corporativa, fusiones y adquisiciones, reputación de marca, programas de marca para empleados y responsabilidad social corporativa para más de 5 países.
El mejor consejo que recibió
El mejor consejo que Ortiz recibió es un recordatorio poderoso de que uno hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene en cada momento de su vida. Como madre, esta frase resonó profundamente en ella, ya que a menudo se enfrenta a la autoexigencia, la búsqueda de la perfección y el síndrome del impostor.
Como explica en nuestro podcast, es fácil perder de vista los logros diarios y sentirse abrumada por el estrés y la autocrítica. Pero detenerse un momento y recordar que uno está haciendo lo mejor que puede con lo que tiene en ese momento puede cambiar la perspectiva por completo.
De esta forma, esta frase se convirtió en un mantra en su vida, una fuente de calma y aceptación en momentos de estrés y duda. Le recuerda que tiene las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos que se presentan, ya sea en la maternidad, en su carrera profesional o en cualquier otro aspecto de su vida.
Además, esta reflexión la lleva a ser más empática no sólo consigo misma, también con los demás, bajo la idea de que “todos están haciendo lo mejor que pueden, con las herramientas que tienen”.
¿Dónde escuchar el Amazing People Podcast?
Puedes escuchar el episodio completo desde tu plataforma favorita:
Hasta aquí, te compartimos un resumen bastante completo sobre nuestro nuevo episodio de podcast junto a María Angélica Ortíz de Experian. Con estas claves sobre cómo detectar cuando el ego obstaculiza el liderazgo colaborativo, podrás identificar rápidamente cuando esto ocurra a la hora de trabajar con tu equipo.
Para alcanzar el éxito organizacional, el secreto está en el foco humano. ¿Qué quiere decir esto? Valorar al equipo, sus aportes y contribuciones. Para eso, es necesario dejar de lado el ego y asumir un rol de liderazgo que promueva la participación y la toma de decisiones en conjunto, celebrando los logros en grupo.