¿Te encanta preparar postres, pero no sabes qué es un glaseado? ¿Te interesa saber más sobre la técnica que les aporta a los clásicos donuts esa apariencia brillante? Entonces te invito a leer este artículo hasta el final.
Pues, te sorprenderá saber que existe no uno, sino múltiples variaciones de glaseados, y que los mismos pueden variar tanto en textura como en ingredientes y color. Si buscas conocer más sobre este acabado culinario, tras leer esta nota lo comprenderás.
¿Qué es un glaseado en repostería?
El glaseado es una técnica originaria de la repostería francesa que se integra tradicionalmente en dulces como los ecláirs o los mini-gateaux. Pero, para ser más exacto, respondamos a la interrogante de qué es un glaseado en repostería:
El glaseado es una técnica de cocina muy popular en pastelería, y puede aplicarse para glasear bizcochos, bollos, pasteles o incluso decorar galletas, según su consistencia. En sí, se trata de recubrir los alimentos con una sustancia brillante, casi siempre dulce, que le aporta una textura crujiente y aspecto resplandeciente.
Existen muchas formas de cómo hacer un glaseado, pero la receta básica desde la que han evolucionado los distintos tipos de glaseado, consiste en una mezcla de azúcar glasé, mantequilla o agua para obtener un glaseado sencillo.
Aunque también existe otra variedad llamada glaseado real o glasé real, que se elabora con clara de huevo y unas gotas de limón.
De hecho, en el curso de Pastelería Francesa para principiantes, la profesora Romi Connell nos explica cómo hacer glaseado de forma sencilla, de manera que resulten ideales para numerosos tipos de postre.
Ten en cuenta que también se pueden glasear verduras y elaboraciones saladas, por lo que resulta una técnica muy versátil y que contribuye a la estética de los platos.
Es interesante apuntar que se puede definir también qué es un glaseado en función de la consistencia de la preparación. Así, por ejemplo, tendríamos:
- Glasé flotante (consistencia suave): se suele utilizar para rellenar galletas, delinear o hacer la técnica wet on wet. Su consistencia es la más suave y moldeable de todas.
- Glasé de consistencia media: es un glasé que apenas mantiene un pico al aplicarse, pero no es de consistencia untable a menos que se aplique con una espátula.
- Glasé de consistencia firme: este tipo de consistencia mantiene fácilmente un pico y es ideal para decorar los cupcakes o actuar como pegamento para decoraciones, por ejemplo, de pasta de goma.
Ahora que ya sabes qué es un glaseado, te invitamos a conocer algunas de las formas en las que puede realizarse. En estas, descubrirás algunos tips sobre esta técnica.
Fuente: Pexels.
Tipos de glaseado para pastel y otros postres
Veamos a continuación algunos de los glaseados más populares y los dulces o pasteles que se pueden decorar con ellos:
Glaseado transparente
Para glasear masas muy sencillas, como las del pie, empanadas o galletas, lo más sencillo es utilizar una clara de huevo que te permita recubrir la masa antes de hornearla. Así de simple lograrás glasear esas preparaciones y hacerlas más atractivas sin modificar su sabor.
Glaseado espejo
Este glaseado lustroso, que es un glaseado espejo, te va a servir para mini-tartas o cualquier torta a la que quieras dar una terminación muy atractiva. El glaseado queda bien brillante y puedes adaptarlo a otros colores.
Para este glaseado se necesita gelatina hidratada, la cual se debe dejar reposar de un día para otro. Ahora bien, para usarlo debe tener una temperatura de entre 31 y 32 grados.
Este glaseado se puede elaborar con una espátula y no debe untarse demasiado caliente. Se puede verter una o dos veces, para la intensidad del color y el grosor del glaseado.
Ganache de chocolate
Aunque no lleve el nombre de glaseado, dentro de las recetas de repostería, el glaseado se considera también uno de ellos. Se elabora con chocolate y crema de leche, y da un recubrimiento espeso y brillante.
Si se combina con maicena, es también uno de los rellenos de pastel más sencillos y deliciosos que se pueden hacer.
Glaseado de chocolate blanco
El glaseado de chocolate blanco se puede usar para eclairs o tortas de mouse, mini-gateaux, etc. Es un glaseado blanco muy delicioso y de excelente textura, además de muy fácil de elaborar. Se emplea chocolate de baño blanco, leche, gelatina hidratada, glucosa y otros ingredientes.
Icing para galletas
El icing es una variación de glaseado muy parecida al frosting, que es un glaseado que viene de la adaptación del glaseado a la repostería inglesa y americana. Se emplea azúcar, leche, clara de huevo, queso crema o distintos sabores. Se suele usar para cubrir galletas o bizcochos.
Glaseado de limón
El de limón es uno de los glaseados para pasteles más sencillos, pero deliciosos, cuando se combinan con postres adecuados. En él, se aúnan solamente dos ingredientes, azúcar y limón, aunque se puede combinar con el glasé real para darle distintas consistencias.
¿Existen otros tipos de glaseado?
Muchas personas al descubrir qué es un glaseado lo asocian solamente a preparaciones dulces. Sin embargo, también se puede emplear en preparaciones saladas. A continuación te mostramos las más recurridas en el mundo culinario:
Glaseado para carnes y marisco
Para glasear carnes se puede utilizar algún líquido y azúcar o miel. Por lo general, este líquido se obtiene durante la cocción y luego se baña la carne o el marisco con la misma para lograr que tome un brillo muy atractivo, además de un sabor en boca ligeramente dulzón.
Glaseado para verduras y tubérculos
Se pueden glasear teóricamente todas las verduras y tubérculos que no sean demasiado blandas. Para ello, se utilizan dos técnicas. Por un lado, el cocinado y reducido con mantequilla, azúcar y sal. Y por otro, el glaseado marrón se diferencia del proceso anterior en que al final de la cocción se deja reducir aún más el líquido hasta que tome un color más oscuro.
Fuente: Pexels.
Ahora que ya sabes qué es un glaseado, estoy segura de que estarás ansioso(a) por prepararlos en tu cocina. Recuerda tomar nota de tus recetas para que puedas archivarlas y compartirlas con tus seres queridos.
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¡A glasear todos tus postres!