Nuestra forma de estar en el mundo ha cambiado. Los días de aislamiento en casa no solo han modificado algunos de nuestros hábitos y nos han hecho mirar con otros ojos nuestro alrededor, ¿te has dado cuenta que algunas palabras han cobrado mayor significado?
Por ejemplo, «estar» ya no es sinónimo de permanecer en un lugar por un tiempo determinado. «Estar» es ahora estar en casa, con los tuyos, es cuidarte y cuidar de los más vulnerables. Es trabajar o estudiar desde casa. Pero también es «estar» sin tus personas favoritas.
Por fortuna, esta nueva forma de vida no ha impedido que sigamos «conectados». Y no me refiero simplemente a «unirnos en comunicación con otra persona», sino a ese impulso que nos lleva a buscar a esa otra persona en una videollamada o un mensaje de WhatsApp; a juntarnos a través de una aplicación, para compartir, reír, mantenernos unidos y crecer.
Nuestra vida ya no es la misma.
En Crehana, creemos en ese impulso que nos mantiene conectados a pesar de las distancias. Ese impulso es la suma de dos palabras: estar + conectados. Y estar más conectados hace que podamos seguir creando y creciendo juntos, la distancia no es un problema para afianzar lazos con los tuyos y con nosotros, porque mantenernos unidos aún al estar separados es lo que nos define como familia.
Y quizás te estés preguntando, ¿cómo será el mundo cuando volvamos a la realidad?, ¿todo volverá a ser como antes? Lo más probable es que eso no ocurra. De hecho, ahora mismo, tal vez sin darnos cuenta, estamos adaptándonos a una nueva realidad, adquiriendo nuevos hábitos o descubriendo otras perspectivas, como las que mencionaremos a continuación:
1. Estamos más conectados que nunca
Pese al aislamiento social y las distancias, hemos sabido mantenemos en constante comunicación. Incluso más que antes. No solo queremos escucharnos, también queremos vernos. Por eso, preferimos las videollamadas. Nos conectamos con nuestra familia o nuestros amigos, y lo primero que hacemos es preguntar, ¿cómo están? o ¿cómo estás?
Celebramos los cumpleaños, aunque no podamos reunirnos todos en un mismo lugar. Esa nueva notificación es tu profesor que te acaba de agregar al chat grupal de la clase en WhatsApp. Esa tía querida que no ves hace tiempo envía fake news al chat de la familia (tú le dices que no crea en noticias falsas), y luego les recuerda a todos lavarse las manos con agua y jabón.
Y en medio de todo (aunque no lo parezca), también hay lugar para el buen humor, gracias a los videos, memes y stickers que nos comparten o compartimos. Porque también queremos reímos juntos. Estar conectados es todo eso, es crecer juntos.
2. Aprendemos juntos
Los cursos y contenidos online (artículos, ebooks, webinars, herramientas, podcasts, etc.) son los protagonistas del presente, pues gracias a ellos podemos seguir aprendiendo desde casa. Pero ¿te has dado cuenta que en este aprendizaje no estamos solos?
Esta nueva rutina nos ha llevado a aprender juntos. Por ejemplo, cuando una amiga te etiqueta en un post sobre un curso online gratuito o tu mamá evita interrumpirte, porque sabe que estás en plena clase virtual. O cuando acabas de descubrir un nuevo podcast y se lo compartes a tu enamorado, porque sabes que el tema le apasiona tanto como a ti. Y luego empiezan una conversación interminable por chat.
“Hijito, mira este artículo, te puede servir. Bendiciones”. Sí, ese es tu tío o tu abuelito enviándote contenido online que seguramente te servirá.
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3. Trabajamos desde casa
El trabajo ya no es como antes. La mayoría de las empresas ha aplicado la modalidad del trabajo remoto, para seguir en funcionamiento y proteger a sus trabajadores. Y es probable que en el futuro se incluyan días (o más días) de home office.
Es muy usual que hagamos videollamadas con nuestros equipos para seguir avanzando; de pronto, conocemos al gatito de nuestra compañera de trabajo que solo veíamos por fotos o al bebé de nuestro amigo que tenía su retrato en la oficina. Trabajar ahora tiene otro significado, y a pesar que no nos vemos - y extrañamos - , seguimos conectados, remando todos juntos.
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Pero no solo eso, ¿recuerdas cuando tu mamá te decía que apenas te veía en casa? Trabajar desde casa no solo nos ha librado de esos tiempos improductivos en el tráfico, también nos ha permitido ganar tiempo para pasar más horas con nuestra familia, conversar con nuestros padres o hermanos.
Ha ocurrido algo que antes hubiera sido imposible: hemos vuelto a estar todos en la mesa a la hora del almuerzo. Hemos vuelto a compartir historias y anécdotas. Nos hemos dado cuenta que esos momentos juntos, en familia, que dábamos por terminados, nunca tuvieron fecha de caducidad. Nuestra conexión sigue intacta.
Trabajamos desde casa, sí, pero estamos acompañados de nuestros roomates o nuestro novio o novia. Nos animamos y ayudamos unos a otros, porque sabemos que el trabajo remoto no es sencillo. Las madres y/o padres tienen más tiempo para estar cerca de sus hijos. El día a día se ha convertido en un trabajo en equipo.
4. Hemos desarrollado nuevas skills
En estas semanas, nos hemos conectado con algunas actividades que antes no hubiéramos creído ser capaz de hacer o intentar: revivir las plantas de tu casa, aprender a hacer un cuaderno artesanal, mejorar tu alimentación con una dieta saludable o preparar ese plato o postre que aparentemente solo podía preparar un chef. Sin ser tan conscientes, hemos adquirido nuevas habilidades y conocimientos a partir de estar tareas, como ser más observadores, organizados, comprensivos y cuidadosos. Además, hemos entendido que la limpieza es muy importante para estar protegidos del virus.
¿Aprendiste algo nuevo, gracias a tu roomate? ¿Tu hermana te enseñó cómo editar una fotografía? En otras palabras, nuestra capacidad de adaptación y aprendizaje han sido puestas a prueba.
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5. Tolerancia y empatía
Estar conectados también es pensar en los demás, en los más vulnerables, en los que están lejos, en otra ciudad o país, o en los médicos y enfermeras que no descansan por atender a sus pacientes.
La tolerancia y la empatía se hacen más necesarias en una coyuntura como la de hoy. Recuerda que mantenernos unidos y conectados significa que nos comprometemos a cuidarnos unos a otros. Esa es una forma de crecer en comunidad.
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Y para ti, ¿qué significa estar conectado? Ya sabemos que no solo es “estar en línea” o “disponible”. Para nosotros, es crecer contigo, junto a tu familia, tus amigos y tus maestros. Porque conectados crecemos todos.