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El origen y evolución de la administración: del papeleo en Babilonia hasta nuestros díasEl origen y evolución de la administración: del papeleo en Babilonia hasta nuestros días

El origen y evolución de la administración: del papeleo en Babilonia hasta nuestros días

Otto Gonzalez - 10 Dic 21

Articulo

7 min.

¿En busca del origen y evolución de la administración? ¿Estabas a mitad de un trámite administrativo y te causó curiosidad la historia de esta disciplina que organiza tantos aspectos de nuestra vida diaria? 

De ser así, tiene mucho sentido, pues la historia de la administración es casi tan antigua como la civilización humana. Y es que detrás del papeleo y los sistemas que ordenan la sociedad, nuestros empleos y la política, hay muchos detalles interesantes.

Si la historia de la administración te parece tan intrigante como a nosotros, estás de suerte, ya que en este post hablaremos del origen y evolución de la administración, para que puedas descubrir cada curioso detalle de su historia.

¿Todo listo para un recorrido desde el origen de la administración hasta la actualidad?

 

¿Qué es la administración?

La administración es el proceso de gestión y planificación de un conjunto determinado de recursos para lograr los objetivos de un grupo humano o de una institución específica. 

El concepto de administración, según lo conocemos, proviene de la Antigua Roma, y se refería, originalmente, al trabajo de los líderes romanos para proteger y mejorar la vida de los ciudadanos de la Antigua Roma. Que el término tenga un origen tan lejano, seguro te da una idea de lo extensa que ha sido la historia y evolución de la administración.

Origen y evolución de la administraciónImagen: Canva

¿Cuál es el origen de la administración?

El origen de la administración se remonta a los inicios de la civilización humana. La prestigiosa enciclopedia virtual Britannica indica que esta disciplina se originó en el Antiguo Egipto, Babilonia y la Grecia Clásica; donde se dieron los primeros pasos para organizar la vida diaria, el trabajo, la política, etc. 

No obstante, en estas etapas tempranas, la administración estaba lejos de ser una ciencia con el sistema y organización que tiene hoy. Al contrario, cada civilización tenía sus propios modos de administrar la vida pública. La evolución de la administración estaba apenas comenzando.

Ahora que sabes cuál es el origen de la administración, hablemos de su evolución a través del tiempo. Y asegúrate de abrocharte el cinturón, porque será un recorrido a toda velocidad por cientos de años de historia.

Cuál es el origen de la administraciónImagen: Canva

Evolución de la administración

Desde el origen de la administración esta disciplina ha recorrido un largo camino, aunque las etapas más significativas de la evolución de la administración no llegarían hasta la Revolución Industrial, esto no significa que las primeras civilizaciones humanas no aportaran a su crecimiento.

Más aún, sin los aportes fundamentales de estas civilizaciones, la historia de la administración habría sido muy distinta, sobre todo cuando notamos lo importantes que fueron algunas de ellas.

Primeras etapas de la administración

Las primeras etapas de la evolución de la administración se caracterizaron por ser muy experimentales y cambiantes. Cada sociedad ensayaba sus propias formas de organizar sus recursos humanos y materiales, y los objetivos por lo que lo hacían variaban de manera considerable.

Durante las primeras etapas de la administración, las grandes protagonistas fueron, sobre todo, dos civilizaciones:    

Reino babilónico

En su apogeo, el reino de Babilonia dominó algunas de las vías comerciales más importantes del mundo antiguo y proyectó su influencia sobre todo Oriente Medio. 

Su rol en la evolución de la administración es uno de los más fundamentales, sobre todo, en el período en el que Hammurabi dirigió el reino, desde el año 1792 a. C. hasta 1750 a. C. En estos años, Hammurabi desarrolló un sistema de gobierno centralizado y proclamó un código legal con más de 260 leyes, las cuales regulaban la actividad económica, y establecían un estándar de conducta para los ciudadanos.

Así, el código de Hammurabi funcionó no solo como un marco legal, sino como un conjunto de normas que administraron y regularon la vida económica del reino.  

Antigua Roma

La Antigua Roma dio pasos importantes para propiciar la evolución de la administración, lo que la hace una de las grandes protagonistas de la historia de la administración. Después de todo, gran parte del éxito del imperio se debió a la gestión que hacía de sus recursos y a la forma con la que organizaba el esfuerzo colectivo de sus ciudadanos.

En este sentido, desarrollaron un fino e intrincado sistema administrativo para controlar y gestionar eficientemente los ámbitos militares, comerciales y políticos del imperio. Había leyes estrictas que controlaban desde los tratos comerciales hasta la vida diaria, y a las cuales tenían que atenerse incluso los más poderosos.

Por ejemplo: los ciudadanos romanos tenían sus propios tribunales para resolver conflictos legales. También, existía un sistema de tributos e impuestos aplicados a la riqueza, las propiedades y otros bienes; y cada estrato social tenía sus derechos y obligaciones dentro de la sociedad.

Edad Media: la administración en el Feudalismo

Con la caída del Imperio Romano, la historia de la administración entra en una especie de inercia, puesto que no se hicieron cambios sustanciales por un tiempo; e incluso, muchos avances se perdieron.

Hasta el siglo XII, la evolución de la administración estaba sujeta a la propia evolución del feudalismo. Todo el gobierno recaía sobre las figuras del monarca y sus señores feudales, quienes organizaban el trabajo, distribuían la riqueza, asignaban tierras y títulos e impartían justicia.

Sin embargo, con la llegada del siglo XIII, la situación empezaría a cambiar en Europa. Las monarquías europeas comenzarían a sistematizar mucho más la administración pública, fundando cortes y tesorerías, para organizar tanto aspectos legales como económicos de sus reinos. 

Con el tiempo, estos entes administrativos, relacionados directamente con las casas reales, y en algunos casos, dirigidos por los propios reyes, comenzaron a distanciarse y a funcionar con relativa independencia, aunque respondiendo aún a las monarquías. Esto, aunque pueda parecer poca cosa, representó un paso importante en la historia y evolución de la administración.

Pese a todo, todavía tendría que llegar la edad moderna para que la historia de la administración entrara en su etapa más significativa.

Edad Moderna: la Revolución Industrial y la administración

En el siglo XVIII, con la Revolución Industrial que experimentó Inglaterra, y luego toda Europa, se darían los avances más considerables para la evolución de la administración. 

La introducción de nuevas tecnologías llevaría a la aparición de las fábricas, y al despegue de los niveles de producción. Como resultado, el panorama económico y político cambió profundamente.

Todos estos factores hicieron urgente la evolución de la administración, de manera que se pudieran gestionar mejor los recursos, las tareas y a las personas. 

En este sentido, Adam Smith, uno de los economistas más renombrados del siglo XVIII, insistió en la necesidad de establecer una clara división del trabajo, que organizara y canalizara los esfuerzos de la sociedad. Sus aproximaciones, a diferencia de otras que abordaron temas similares, tenían un marcado de carácter científico.

Con la llegada del siglo XX, la evolución de la administración se acelera considerablemente. En 1911, Frederick Winslow Taylor, un ingeniero estadounidense, sienta las bases de la administración científica con su obra Los principios de la administración científica

Winslow buscaba, con la gestión científica, maximizar la producción y eficiencia de los trabajadores, al tiempo que mejoraba tanto la prosperidad del trabajador como la del empresario.

Durante esos mismos años, también surgió la llamada teoría burocrática, propuesta por Max Weber, quien es considerado por muchos el padre de la administración pública moderna. La teoría burocrática sostenía que el trabajo y los trabajadores debían organizarse en una jerarquía de acuerdo a sus habilidades y capacidades. Esta teoría marcó el inicio de una nueva etapa de la historia de la administración.

Para Weber, el orden, la racionalidad y las normas impersonales eran factores claves de la administración; la burocracia estaba pensada para mejorar la sociedad, organizándola de forma eficaz, y evitando la subjetividad del comportamiento humano, mientras que se conservan los beneficios de la lógica y la razón.

Al establecer los tipos de liderazgo y de autoridad preferibles para la administración, y al definir cómo administrar un negocio o institución con normas y jerarquías claras, basadas en decisiones lógicas, Weber sentó las bases sobre las cuales se daría la evolución de la administración pública en el futuro.

Con el paso de los años, se fueron desarrollando aún más enfoques para la administración: como la teoría clásica, impulsada en 1916 por Henry Fayol, un ingeniero francés, la cual proponía el uso de todos los principios administrativos de manera integrada.

Lo que todas estas teorías tenían en común era el abordaje científico que asumían con los desafíos de la gestión de recursos humanos y materiales, y el trabajo. Algo que, en sí mismo, representaba la importante evolución de la administración con respecto a sus orígenes.

En la actualidad, la administración es una ciencia en todo sentido, con reglas articuladas y principios en constante mejora. Su enfoque pragmático permite gestionar y organizar muchos aspectos de la vida diaria de una manera que habría sido imposible en épocas anteriores.

Por ejemplo, partiendo de principios de la administración moderna, podemos, fácilmente, utilizar una plantilla para evaluar el desempeño laboral o entender si una institución o negocio requiere financiamiento a largo o a corto plazo. La evolución de la administración ha hecho posible que haya naciones más grandes y articuladas, que existan empresas más productivas y que hayan mejores condiciones de trabajo.

En pocas palabras, su papel en el progreso colectivo ha sido fundamental.

 

Si llegaste hasta aquí, ya debes tener una idea mucho más clara del origen y la evolución de la administración, y sobre todo, de lo relevante que sigue siendo. 

Hoy en día, es tan importante y útil, que solo en el 2021, Inglaterra tenía más 1,1 millones de personas trabajando para la administración pública, de acuerdo a Statista.

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¡Éxitos!