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Estilo de Vida

Si a raíz de los recientes acontecimientos en Perú, te has visto invadido/a por emociones como el miedo, la incertidumbre, la frustración, la inseguridad o la tristeza; déjanos decirte que es natural sentirse así en medio de una crisis. 

Una crisis (política, sanitaria, psicológica, etc.) es “un cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación”, pero también puede entenderse con una sola palabra: desequilibrio. «Un desequilibrio ocurrido entre un antes y un después», como señala Psicología y Mente.

Esa es la razón por la que, probablemente, tu reacción frente a lo que ocurre en estos momentos tiene que ver con alguna de las emociones antes mencionadas. 

Es comprensible que busques sentirte mejor. ¿Cómo lograrlo? Aprendiendo de tus emociones. Por eso, hemos reunido algunos consejos que te ayudarán a manejar tus emociones en tiempos de crisis.

1. No puedes evitar sentir

Las emociones como la frustración o la tristeza son la forma en que se manifiestan tus sentimientos en tu cuerpo. Si una situación te preocupa, es probable que sientas enojo o miedo. 

No puedes evitar sentir, pero sí puedes intentar comprender lo que sientes. Por ejemplo: sabiendo que no existen emociones positivas o negativas, sino emociones agradables y desagradables.

  • Emociones agradables: alivio, afecto, amor, satisfacción, gratitud, etc.
  • Emociones desagradables: desconfianza, frustración, miedo, desesperación, etc.

 

Estas últimas son las que aparecen en tiempos de crisis.

2. Acepta el cambio

Una crisis es un cambio brusco, por lo que es difícil que pase desapercibida. Impacta en toda la sociedad. Aceptar los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor es otra forma de aprender a manejar tus emociones.

¿Cómo hacerlo?

  • Reconoce tus preocupaciones y temores.
  • Acepta tus emociones desagradables.
  • Sé flexible.
  • No seas duro/a contigo mismo/a.
  • Analiza qué ha cambiado y qué puedes aprender para adaptarte al cambio.


📌 Recuerda: negar el cambio solo puede generar emociones desagradables.

3. Establece límites y maneja tus tiempos

Manejar adecuadamente tus tiempos es otra forma de lidiar con tus emociones desagradables. Tómate unos minutos y prioriza y organiza tus tareas.

 

  • Trata de mantener un balance entre tu vida laboral y la personal.

 

  • Establece límites. Aprende a decir no sin sentirte culpable.

 

  • Cuidado con la infodemia. El exceso de información puede generar estrés o ansiedad. Establece tiempos solo para informarte de lo que está ocurriendo.

 

  • Desconéctate de las redes sociales por períodos breves de tiempo o los que creas necesarios. 

 

4. Sé resiliente

Según Oxford Languages, en psicología, resiliencia es la «capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc.». En otras palabras, la resiliencia puede entenderse como la capacidad de una persona para seguir adelante luego de un evento adverso.

¿Cómo ser resiliente en tiempos de crisis?

  • Pregúntate: ¿quién quieres ser durante esta situación?
  • Encuentra un propósito.
  • Evita pensar que las crisis son problemas que no se pueden superar. No son para toda la vida.
  • Acepta que la vida tiene momentos injustos.
  • Reconoce que las circunstancias nunca son perfectas. 
  • Evita culparte.
  • Apóyate en tus seres queridos.
  • Apoya a los demás.
  • Toma acciones decisivas.

 

5. Enfócate en tus fortalezas

¿Qué más puedes hacer por ti mismo durante una crisis? Identifica y apóyate en tus fortalezas. 

Las fortalezas son aquellas cualidades que te hacen destacar en algo de manera positiva. Todos las tenemos, pero si quizás tienes dudas al respecto, esta plantilla de Personal Branding Canvas puede ayudarte a saber por qué y para qué eres bueno/a.

6. Conversa con tus seres queridos y amigos/amigas

Recuerda que no eres el único o la única que puede estar sintiendo angustia o frustración en estos días. Conversar con los demás no solo nos impulsa a practicar la empatía, también puede ayudarnos a sentirnos acompañados y comprendidos.

 

Cuídate y cuida a los demás. Recuerda que si experimentas mucha ansiedad, enojo o desesperanza, lo mejor es pedir ayuda a un profesional.