Ejercicios de lectura rápida ¡Leer a Cervantes ya no te tomará décadas!

Cuando hablamos de ejercicios de lectura rápida, buscamos entender que son procedimientos para leer un mensaje de forma global y no palabras sueltas. No se trata de leer rápido sólo porque sí, para batir un récord o algo similar, sino de comprender el significado de lo que se está leyendo y de descubrir la forma de potenciar los procesos mentales del niño.

Si una persona de corta edad puede alcanzar la comprensión global de cualquier texto mediante la lectura rápida, obtendrá beneficios y ventajas importantes para la vida, como mejorar su manera de interpretar y de pensar, así como también el aumento de su desarrollo del lenguaje. Incluso, la Revista GQ revela que "leer más y rápido ya no se asocia solo a poseer cultura, sino a alcanzar un estatus social".

En este post, descubrirás 5 ejercicios de lectura rápida simples, pero que vendrán de maravilla para el proceso de aprendizaje de cualquier persona. Además, conocerás algunos ejemplos para que puedas practicarlos y potenciar la comprensión lectora. ¡Acompáñanos!

1. Crea el hábito

Este es uno de los ejercicios de lectura rápida que puede resultar un poco obvio, pero a la vez es lo más elemental que se puede hacer con respecto a este tema. Tanto para niños como para adultos, la práctica de la lectura diaria ayuda a mejorar la agilidad y la velocidad en la que pueda leer.

¿Eso quiere decir que todos los días debes echarle el ojo a alguna obra clásica de William Shakespeare o de Cervantes? Para nada, no estamos diciendo eso: dentro de los ejercicios de lectura rápida, este consiste en, única y exclusivamente, leer. Ya sea que lo que tengas a la mano sea alguno de los siguientes contenidos:

• Una carta.

• Las instrucciones que hayas visto en un juego en línea.

• Un blog que suelas revisar.

• Un artículo sobre el funcionamiento de algún aparato que utilices (o necesites utilizar, también es válido).

 Si se trata de un ejercicio de lectura rápida para niños, debes asegurarte de que el niño pueda leer un tema de su agrado (te recomendamos que guardes a Don Quijote de La Mancha y a Hamlet para más adelante), independientemente de lo que sea. 

Lo que sí debes tener presente en estos ejercicios de lectura rápida, es que debes asegurarte de que el texto que vaya a leer el niño esté en su idioma y no se mezclen palabras en otras lenguas, ya que eso puede llegar a confundirlo (a menos que tenga la traducción de las palabras a pie de página o, en tal caso, también puede consultarte a ti para que lo guíe al respecto).

Pero, por si las dudas, ofrécele al pequeño lecturas para niños que no resulten tan complicadas, sin números en gran medida (a menos de que al niño le gusten este tipo de lecturas) y ofrécele los ejercicios de lectura rápida más atractivos que puedas encontrar. Así es más fácil que fomente el hábito y pueda abordar, más adelante, textos más complejos y especializados.

En estos ejercicios de lectura rápida no hay secretos. Es lo más básico y simple posible, porque la idea es empezar a generar el hábito y que, de a poco, avance en el mundo de las letras y la literatura con una mayor comprensión y retención de información.

2. La regla

Otro de los ejercicios de lectura rápida para niños que tenemos disponibles, es el de utilizar una regla. Sí, el instrumento para medir, con centímetros y demás, pero ¿en qué te beneficiará tener una regla para eso? Ya te contamos.

Hay muchos niños que les cuesta leer. Son más lentos que el resto, ya que no logran realizar una distinción adecuada de las letras. No pueden detallarlas con claridad, por lo que es un proceso un poco más complicado y requieren de ejercicios de lectura rápida efectivos.

Si bien llegado a este punto recomendamos que la evaluación la realice un psicopedagogo, el ejercicio de lectura veloz no es nada complejo: básicamente, se trata de colocar una regla, que marque cada uno de los renglones y mover la misma a la velocidad que el niño vaya leyendo cada una de las oraciones. No hay mucha más complicación y, con este simple gesto, podrás entender algunas cuestiones fundamentales para la capacitación del infante.

Incluso, si el psicopedagogo o tú detectan que, tras colocar la regla e impulsar al niño a leer haciendo uso de la misma, este lee con mayor rapidez, entonces lo mejor será que realices una evaluación, para descartar cualquier posibilidad de dislexia en el pequeño. 

Aprender cómo leer más rápido a corta edad es un proceso, en el cual se descubren muchos puntos sobre el niño que pueden ayudarlo a tener un mejor desempeño escolar en los años venideros (y no sólo escolar, sino en la vida misma también).Así que atento con las señales y ayúdalo a tener una lectura rápida y fluida.

Fuente: Pexels

3. Texto tapado

Este es un clásico dentro de los ejercicios de lectura rápida, que probablemente hayas visto en otros lugares o situaciones. Pero, como dicen por ahí, los clásicos nunca mueren (menos el clásico de fútbol Barcelona vs Real Madrid, cada vez más devaluado), así que aprovechamos para incluirlo en este top.

Ah, ¿es que dentro del amplio catálogo de ejercicios de lectura rápida nunca escuchaste hablar acerca de este procedimiento? Pues entonces es tu día de suerte, ya que tenemos ganas de explicarte estos procesos, con la mayor claridad y detalle posible (sin llegar a tornar el tema aburrido, lo prometemos).

Este es uno de los ejercicios de lectura rápida más simples: se basa en practicar la lectura cubriendo una parte del texto que la persona (niño o adulto) procederá a revisar. Pero, ¿cuál de las dos: la parte de arriba o la parte de abajo?

Observa este ejemplo cuando se cubre la parte superior y se deja sólo la inferior:

Sea quien sea, es probable que a la persona que intente descifrar el significado del enunciado que aparece ahí le cueste muchísimo entender. Y, por supuesto, hay una explicación para este ejemplo de lectura rápida: ¿sabes por qué ocurre?

Porque nosotros (y por "nosotros" nos referimos a los seres humanos en general, no sólo al equipo de Crehana) leemos observando la parte superior de las letras y, de esta forma, deducir el significado de las palabras que deseemos. 

Ahora veamos de nuevo el ejemplo de lectura rápida pero, en esta ocasión, cubriendo la mitad inferior de las palabras:

¿Ves la diferencia? Es muy probable que hayas captado a la primera el significado de este enunciado. Por esta razón, si se trata de un ejercicio de lectura veloz para niños, entonces el niño podrá entender y captar con mayor rapidez el sentido de la oración.

Incluso, gracias a este ejercicio de lectura rápida se abre un mundo de posibilidades, encarnadas en el siguiente juego.

Tiempo de lluvia

En este ejercicio de lectura rápida, apelamos a utilizar el formato de un juego para agilizar, tanto la mente, como el ojo del niño. Lo llamamos Tiempo de lluvia para simular que las partes borradas fueron cubiertas por nubes y, así, que el pequeño se sienta con la determinación suficiente como para resolver este juego (mismo sentimiento que puede generarle un videojuego, por ejemplo).

Le planteamos al niño la siguiente problemática: 

"Mientras se encontraban las letras divertidas jugando, una fuerte neblina cayó sobre ellas, impidiendo que se continuara con la diversión e, incluso... ¡perdiéndose entre ellos sin poderse encontrar! ¿No quieres ayudarnos a unir estas letras y descubrir el significado de estas palabras?"

Por si quieres la respuesta a este juego, te la dejamos aquí más abajo:
 

¿Viste? con sólo un poco de ingenio e impulso a que el pequeño supere sus límites, encontraste un ejercicio de lectura rápida que le servirá para tener una mejor comprensión de las palabras al momento de leer.

4. El tesoro escondido en las palabras

¿Te gustó el juego que planteamos en el pasado ejercicio de lectura rápida? Entonces prepárate para lo que se viene con esta actividad, que te servirá para aplicar tanto en casa como en una clase que quieras hacer dinámica.

La idea de este ejercicio de lectura rápida para niños es la siguiente: previamente, deberás distribuir en el espacio en el que desarrollarás la dinámica (sala de casa o salón de clases) diversos papelitos con algunas consignas que estén asociadas con temas de la lectura. 

Entonces, por ejemplo, en la cocina pondrás un papelito con el siguiente ejercicio:

“Al Oso cariñoso se le perdió la receta de su abuela para hacer salsa boloñesa. Tienes que encontrarla en las siguientes letras de esta carta, resaltando sólo los ingredientes de la receta en cuestión. Pero, ¡cuidado! Sólo tienes 30 sg…”

Una vez cumplido este ejercicio, puedes decirle que se dirijan a otra ala de la casa u otra zona del salón de clase. En esta ocasión, puedes ponerlos a buscar un trabalenguas, pero le darás tiempo para que lo ubiquen y lo lean lo más rápido posible.

Y, básicamente, así funciona la dinámica. Ponerlos a recitar y a leer, sin que se percaten ni siquiera de que se trata de uno de tantos ejercicios de lectura rápida y sientan que todo es el juego. 

Hasta el premio final puede ser algún libro de una temática que a ellos les agrade (determinado, obviamente, por la edad que tengan). Como puedes ver, los ejercicios de lectura rápida no tienen por qué ser aburridos, ni mucho menos.

Fuente: Pexels

5. Orden en las palabras

Este es uno de los ejercicios de lectura rápida más comunes en las escuelas. No desentrañan ninguna dificultad, pero ayudan a las personas a hilar ideas de una forma más rápida y consciente sobre lo que están leyendo.

Es tan sencillo que hasta podemos representarlo de forma gráfica, sin decir nada, y verás su efectividad. Incluso, si lo deseas, hasta se puede tratar de un ejercicio de lectura rápida para imprimir y llevarte a todas partes.

La esencia es sencilla, deberás leer las palabras en orden cronológico y, así, darle sentido al texto. Te dejamos un ejemplo para que practiques en la comodidad de tu casa:

Fuente: Actividades de Infantil y Primaria

Aunque parezca simple, también es uno de los ejercicios de lectura rápida más efectivos para los niños. Y te basta con mostrar esta imagen (u otra creada por ti) o dibujar una frase desordenada en una pizarra para que las personas busquen el orden ideal.

Incluso, ya que estamos en la moda de jugar, con estos ejercicios de lectura rápida puedes inventarte un juego de ordenamiento de palabras y verás cómo tu mensaje calará mejor en las mentes más jóvenes sobre el tema de lo que es la lectura rápida. 

Como bien menciona Majo Moirón, profesora del curso online de Crea tu proyecto de escritura, al momento de escribir "hay que empezar con fragmentos", por lo que toda obra son, simplemente, eso: fragmentos que componen un todo. Y con estos ejercicios de lectura veloz, esos pequeños trozos de palabras adquieren un sentido integral.

Los ejercicios de lectura rápida no sólo buscan conseguir al lector más veloz de todo el Salvaje Oeste. Se trata de leer rápidamente y, además, de hacer que tu mente entienda el mensaje que desea transmitir un texto. Esos dos conceptos, juntos, son claves para que estos procedimientos den resultados.

Y estamos en una época de bombardeo de información, por lo que leer se entiende como algo fundamental. Y esto se ha entendido tanto que, según el portal Forbes, actualmente se está utilizando la inteligencia artificial para crear algoritmos que ayuden a los niños a mejorar su comprensión lectora.

¡Y este ha sido nuestro post! Para ahondar en estos y otros ejercicios de lectura rápida, te aconsejamos cumplir a cabalidad con el siguiente juego (y el más efectivo de todos los que mencionamos anteriormente): inscríbete en nuestros cursos de Escritura online, con los que aprenderás los conceptos básicos que debes saber para escribir los mejores textos y técnicas para leer como los mejores. ¡Éxitos!