Home Blog/ Upskilling & Reskilling/
Upskilling & Reskilling
¿Cómo son las personas dominantes? Identifica sus características y aprende a tratarlas sin ser perjudicado¿Cómo son las personas dominantes? Identifica sus características y aprende a tratarlas sin ser perjudicado

¿Cómo son las personas dominantes? Identifica sus características y aprende a tratarlas sin ser perjudicado

Josefina Castelan - 10 Feb 23

Articulo

7 min.

En el entorno laboral, es común encontrar una persona dominante que puede tener un impacto significativo en el dinamismo y la dinámica del equipo. Aunque pueden ser vistos como líderes efectivos, también pueden crear tensión y fricción entre los trabajadores y afectar negativamente su moral y motivación. 

Cuando una personalidad dominante entra a una reunión, sea virtual o presencial, su presencia se nota inmediatamente. Y, dado que habitualmente sus actitudes generan incomodidad entre los presentes, para evitar ese mal momento, es importante aprender cómo tratar a una persona dominante.

Por ello, en este artículo, te contaremos cuáles son las características de una persona dominante, cómo leer su lenguaje corporal y, lo más importante, cómo aprender a tratar con ellos, entre otros temas importantes.  

 

¿Cuáles son las características de una persona dominante?

Identificar a una persona dominante en el entorno laboral puede ser crucial para entender cómo se desarrollan las dinámicas de equipo y para prepararse para trabajar con ellos de manera efectiva. 

Aquí hay algunas señales que pueden indicar la presencia de una personalidad dominante en una empresa:

1. Te contradice

Uno de los rasgos de una persona dominante, es que buscará llevar la contraria: si tú estás proponiendo una idea o plan, una persona autoritaria buscará los puntos más débiles para desacreditarte.

Claro que, dependiendo de la intensidad con la que se manifieste esta característica, la interrupción será breve y aislada o, en un caso extremo, te hará perder todo el interés de hablar con la persona dominante. 

2. Piensa que siempre tiene la razón

Así le muestres con evidencias irrefutables que su idea está completamente errónea, alguien que tiene actitudes dominantes no aceptará su error hasta que se le dé la razón; por ende, buscará dar el tema por cerrado o terminará convenciendo a los otros de que no está equivocado.

Entonces, lo que más le importa a una persona dominante es imponer su perspectiva, sin importarle si está en lo correcto o no, y lo hará a través de cualquier medio o herramienta que tenga a su disposición. .Es ahí donde entra en juego saber cómo utilizar la inteligencia emocional a tu favor.

3. Le gusta controlar todo

Siguiendo con el punto anterior, para poder tener siempre la razón, una persona dominante buscará tener el control de cada elemento que le rodea, desde las circunstancias hasta las personas con las que convive. 

Y si las situaciones no salen como quisiera, intentará redirigir todo de acuerdo a sus planes u objetivos, lo que de igual manera sería egoísta de su parte. Con esta característica del perfil dominante, un mal momento está garantizado. 

4. Sabe manipular a quienes le rodean

Una persona dominante sabe “leer” a las personas, o cree que las conoce, lo que le permite manipularlas para que apoyen sus ideas. Claro que logrará cumplir su meta si la otra persona se lo permite, por eso, en la mayoría de los casos, lo consigue. 

Por otro lado, también es importante tener en cuenta que su única estrategia de manipulación no son las palabras, ya que, si la inteligencia se combina con su actitud dominante, contará con otras herramientas: 

  • Promesas
  • Recompensas 
  • Halagos
  • Argumentos convincentes y emotivos

manipulación de personas dominantes

5. Elegirá por ti

Una vez que logre tener el control de la situación o sobre un grupo de individuos, una persona dominante comenzará a imponer sus propias ideas o desacreditar las de otros. 

Y, al final, sentirás como si alguien hubiera tomado las decisiones por ti. Es por eso que, como veremos más adelante, es fundamental que desarrolles tu capacidad para aprender cómo tratar a una persona dominante. 

6. Dará su opinión, incluso si nadie se la pidió

Otra forma de detectar a una persona dominante en el trabajo es analizando su forma de dar su opinión. Esta persona suele ser entrometida e interrumpir conversaciones ajenas sólo para brindar una opinión o perspectiva que nadie le pidió, como si quisiera demostrar que es mejor que los demás. 

También, puede darse que se apodere de una conversación. En este caso, solo hablará de él sin dar importancia a lo que tú puedes contarle cuando encuentres un pequeño espacio para hacer comentarios dentro de su monólogo.

7. Buscará sacar provecho de cada situación

La postura centrada en sí misma de una personalidad dominante y las ideas de este tipo de persona pueden provocar un clima laboral tenso entre el equipo de trabajo, lo que a su vez puede serle beneficioso para que se salga con la suya.

Incluso, puede que dicha persona no se de cuenta de que tiene las características de un hombre o mujer dominante, y que sean sus propios comentarios los que provocan las tensiones.

Por eso, siempre es buena idea detectar si en tu empresa hay una o varias personas dominantes. Para ello, te recomendamos descargar gratis nuestra plantilla para realizar una encuesta del clima laboral. 

encuesta de clima laboral

¿Cómo funciona la mente de una persona dominante?

Entender cómo funciona la mente de una persona dominante puede ayudar a trabajar con ellos de manera más efectiva y a mitigar posibles conflictos en el entorno laboral. Aquí hay algunos aspectos clave que pueden ayudar a comprender la perspectiva de una persona dominante:

1. Necesita tener control sobre las situaciones

Las personas dominantes de una empresa pueden sentir una fuerte necesidad de controlar su entorno y las situaciones que les rodean. Esta necesidad de control puede ser percibida por los demás como autoritarismo o micromanagement.

Por ello, es muy importante que tú también conozcas tus fortalezas y debilidades para evitar caer en el juego de cualquier tipo de persona dominante que encuentres en tu vida.

2. Tiene un complejo de superioridad

Este tipo de individuo, que es una persona dominante, se siente superior a los demás, por lo que cree que es mejor y más inteligente que el resto. Y, como si esto fuera poco, esa actitud dominante no da un espacio para diferentes puntos de vista, a menos que, después de todo, se le dé la razón. 

3. Quiere competir

Un tipo de persona dominante constantemente necesita sentir que es mejor que todos, lo cual hace que siempre se muestre con una actitud competitiva, incluso si no existe motivo para un enfrentamiento.

Frecuentemente, presumirá sus logros o buscará menospreciar a otros, con el único fin de sentirse superior y hacerse notar, lo que nos lleva al siguiente punto.

4. Es egocéntrico e insensible

Esto se debe a que las personas dominantes no toman en consideración ni las necesidades ni perspectivas de los otros, pues sólo tienen en mente su propio interés.

Entonces, si te cruzas con un hombre o una mujer dominante, ten en cuenta que las posibilidades de recibir un buen trato o que te escuchen, son prácticamente nulas. 

5. Es agresivo y exigente

Dentro de las características de un perfil dominante, no podemos olvidar la agresividad y la exigencia, ya que, al ser personas centradas en sí mismas, dejan de lado las necesidades de los otros. Entonces, bajo estas condiciones, no piden ayuda, sino que obligan a otras personas a ayudarles, es decir, exigen el apoyo.

También es importante señalar que las personas dominantes esperan un trato especial, y si no ocurre de esa forma, es cuando dan a relucir las características de una personalidad agresiva. 

En conclusión, compartir cualquier espacio con este tipo de personas dominantes, es muy complejo. Pero, para ayudarte, dejamos a disposición nuestra guía de cómo tratar con personas difíciles. 

¿Cómo es el lenguaje corporal de una persona dominante?

Con el objetivo de que entiendas la gravedad de una personalidad dominante, sus rasgos no solo se observan en su forma de pensar o en comportamientos inquietantes, sino también es visible a través del lenguaje corporal. 

Si bien es un factor fundamental a la hora de analizar el lenguaje de cualquier tipo de personalidad dominante, es difícil de percibirlo porque, a diferencia de los temas tratados en los párrafos anteriores, deberás compartir mucho tiempo con la persona para notarlo. 

Sin embargo, para que aprendas cómo identificar y tratar a una persona dominante, a continuación, te contaremos algunos de los gestos presentes en casi todas las personas dominantes: 

  • Expresan una cierta rigidez en su cuerpo, debido a la tensión de sus músculos. 
  • Realizan movimientos rápidos e imprecisos. 
  • Suelen tener una mirada intensa, que se fija en los ojos de la otra persona.
  • Adoptan posturas particulares, con la intención de tener una apariencia física más grande de la real. 
  • Simulan tener una voz grave, para intimidar a la hora de hablar. 
  • Entrelazan los dedos a la hora de hablar, como símbolo de autoridad. 

¿Cuáles son los beneficios de trabajar con una persona dominante?

Aunque puede ser desafiante trabajar con una personalidad dominante en el equipo, también puede haber algunos beneficios. Estas son algunas de las posibles ventajas de tener un líder o compañero dominante:

1. Liderazgo fuerte

Un jefe con personalidad dominante puede proporcionar un liderazgo fuerte y claro, lo que puede ser especialmente valioso en situaciones de incertidumbre o de cambio.

2. Toma de decisiones efectiva

Las personas dominantes suelen ser decididas y confiadas, lo que puede ser útil para tomar decisiones rápidas y efectivas en situaciones de presión.

3. Enfoque en los resultados

Aquellas personas con actitud dominante suelen ser muy resultado-orientadas y pueden ser muy eficaces a la hora de motivar a otros a alcanzar objetivos.

4. Visión clara

Sin dudas, una persona dominante suele tener una visión clara y definida de lo que quiere lograr, lo que puede ser valioso para el equipo en términos de dirección y motivación.

5. Poder de negociación

Las personas dominantes suelen tener una presencia fuerte y ser muy persuasivas, lo que puede ser valioso en situaciones de negociación y resolución de conflictos. Sin embargo, es importante saber separar la habilidad para persuadir y negociar, que la manipulación. 

 

¿Cómo tratar con una persona dominante?

Para sacar provecho de los beneficios de trabajar con personas dominantes, es importante saber cómo tratarlas. 

Tratar con una persona dominante en el trabajo requiere paciencia, comunicación clara y respeto. A continuación te dejamos algunos de los consejos más importantes para lograrlo: 

1. Evita ponerte a la defensiva

Si lo haces, sólo empeorarás el problema, ya que la persona dominante con la que estés, intentará darle un giro a la conversación de manera que pueda mantener su posición de superioridad, por lo que, al final, sólo te sentirás peor.

En cambio, si quieres mantener un diálogo en paz con una persona autoritaria, necesitas mantenerte tranquilo y calmado, en tanto que la otra persona se encuentra en un estado de irracionalidad. 

2. Presta atención a sus exigencias, pero no cedas

Un punto fundamental para aprender a tratar con los rasgos de una persona dominante, es el hecho de mantener siempre el respeto. Puede ser que la otra persona no lo haga, pero eso no significa que tú tengas que actuar igual.

Por eso, es necesario escuchar lo que tiene que decir. De esta manera, las demás personas del equipo serán capaces de brindarle una propuesta de solución a la persona dominante con la que se encuentran y dirigir la conversación.

Posteriormente, serán capaces de mantener un diálogo más tranquilo y la tensión del ambiente laboral se reducirá visiblemente.

3. Conoce tus fortalezas y debilidades

Un hombre o una mujer dominante saben cuáles son sus defectos y cuáles son sus virtudes, y saben a la perfección cómo utilizarlos al máximo.

Entonces, si demostrara su liderazgo o su nivel de persuasión, las demás personas también deben explotar todas sus habilidades y talentos para no perder el tiempo en conversaciones o disgustos sin sentido. 

4. No siempre les de la razón

Cuando estás frente a una persona dominante, esta buscará convencerte de que sus ideas son mejores que las tuyas o que son las correctas, pero una vez que has escuchado lo que tienen que decir, te puedes dar cuenta que no siempre tendrán la razón, y es ahí donde tú puedes hacerte escuchar. 

5. Establece límites

Otro de los puntos clave para aprender cómo tratar a una persona dominante en una empresa, es el hecho de poner límites claros y hacerle ver que tú también tienes algo que aportar.

6. Fomenta la comunicación

Mejorar la comunicación con una persona dominante requiere un enfoque consciente y una actitud abierta y respetuosa. Esto incluye: 

  • Escuchar atentamente
  • Establecer límites claros
  • Buscar oportunidades para aportar ideas y opiniones
  • Mantener una comunicación abierta y sincera. 

Es importante también ser consciente de los propios patrones de comportamiento y trabajar en una dinámica más equilibrada en el equipo. Al mejorar la comunicación, es posible fomentar un ambiente de trabajo más colaborativo y positivo para todos, incluso para la persona dominante.

comunicación horizontal

¿Cómo mantener la productividad en el equipo cuando hay una personalidad dominante?

Trabajar con una personalidad dominante en el equipo puede ser desafiante, pero también puede ser una oportunidad para crear un ambiente de trabajo productivo. 

Estos son algunos consejos para evitar los problemas cuando hay una personalidad dominante en un equipo:

  • Comunicación clara: es esencial para manejar dinámicas de equipo complejas, especialmente cuando hay una personalidad dominante en el grupo. Es importante asegurarse de que todos los miembros del equipo tengan la oportunidad de hablar y de ser escuchados.
  • Establecer límites: esto puede incluir acuerdos sobre la manera en que se toman las decisiones y se resuelven los conflictos.
  • Fomentar la colaboración: trabajar juntos como un equipo puede ser una manera efectiva de mitigar las actitudes de la persona dominante del equipo y fomentar un ambiente de trabajo colaborativo. 
  • Reconocer los logros y fortalezas: esto puede ayudar a fomentar un ambiente positivo y a reducir la tensión. Puede incluir el reconocimiento público de los logros y la asignación de tareas y responsabilidades en función de las fortalezas individuales.
  • Escuchar las opiniones de todos: que las personas estén abiertas a otras opiniones puede ayudar a fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y a mejorar la toma de decisiones.

indicadores de productividad

¿Cómo dejar de ser una persona dominante? 

“¿Cómo saber si soy una persona dominante?”, es una pregunta que pasa por la mente de miles de personas a diario y, una de las formas de encontrar la respuesta es descifrar si te sientes identificado con alguna de sus características. 

Pero, casi tan difícil como investigar si estás afectado por actitudes dominantes, es admitir que sufres estas conductas. Pero dejar de ser una persona dominante requiere autoconciencia y un compromiso con el cambio.

A continuación te compartimos cinco consejos para que lo consigas lo antes posible: 

1. Trabaja la confianza y la comunicación

Por lo general, la personalidad dominante surge por la falta de confianza hacia el otro, en el sentido de que se cree que lo que tiene para decir es incorrecto. En otras palabras, surge porque se piensa que uno sabe más y que, por ende, se tiene la potestad de interrumpir al otro. 

Y es justamente en ese momento cuando la comunicación falla. Por lo tanto, debes estar abierto a mantener un diálogo y a respetar los espacios de habla y los distintos puntos de vista.

2. Despeja la mente y relájate 

A través de un estudio publicado en Psicología Online, se llegó a la conclusión de que una persona dominante, al querer controlar todo, “causa un gran nivel de estrés tanto para quien controla como para quienes son controlados”.

Entonces, si eso te identifica, trabaja en lograr todo lo contrario: despejar la mente de los problemas, relajarte y olvidar la sensación de que eres protagonista de cada situación vivida.

3. Muestra interés por las opiniones de los otros

En una conversación no hay nada mejor que ser escuchado, pero esa sensación agradable solo está completa si dejas tus actitudes dominantes en el pasado y prestas atención a lo que los demás tienen para decirte. 

Y claro que, si en el diálogo te encuentras en desacuerdo frente a la postura de tu interlocutor, deberás mantener la calma y no interrumpir.

4. Controla tu ansiedad

Las características de una persona dominante, sus formas de pensar y hasta sus expresiones corporales se encuentran atravesadas por un factor en común: la ansiedad. 

A partir de un estudio compartido en WikiHow, se llegó a la conclusión de que las personas dominantes quieren controlar todo porque piensan “en lo peor que puede pasar en una situación o están aterrados de enfrentar lo desconocido”. 

Entonces, en tu misión para aprender cómo dejar de ser una persona dominante, debes incluir un serio trabajo con la ansiedad. 

5. Acepta recibir ayuda de un profesional 

Por último, una muy buena idea es recibir ayuda profesional. Sin importar en qué parte del mundo te encuentres, puedes trabajar tu personalidad dominante con un psicólogo. Allí encontrarás el respaldo que necesitas para superar el desafío y mejorar tu desempeño laboral y tu comunicación con el resto del equipo. 

 

¿Qué herramientas son útiles para las personas dominantes?

Una personalidad dominante puede utilizar diferentes herramientas de trabajo para mejorar su dinámica en el equipo y su relación con los demás integrantes del equipo. Algunas herramientas son las siguientes:

1. Autoconciencia

Es importante que una persona dominante sea consciente de sus patrones de comportamiento y cómo afectan a los demás miembros del equipo.

2. Comunicación efectiva 

La comunicación clara y respetuosa es fundamental para mejorar el trabajo en equipo. Una persona dominante puede trabajar en sus habilidades de escucha para mejorar su comunicación con los demás.

3. Feedback

Recibir retroalimentación es una parte importante del crecimiento y mejora continua. Por ello, es útil buscar feedback de los compañeros de trabajo para conocer su perspectiva y trabajar en mejorar la interacción con las demás personas del equipo.

4. Liderazgo colaborativo

Una personalidad dominante puede trabajar en convertirse en un líder colaborativo, buscando oportunidades para apoyar y valorar a los demás miembros del equipo.

5. Desarrollo de habilidades de equipo . 

Hoy en día, existen diversas plataformas que ayudan a diagnosticar las necesidades de capacitación de un equipo. Un ejemplo es la plataforma Skill XP de Crehana, que permite generar planes de capacitación a medida de las distintas personas y potenciar determinadas habilidades, como el trabajo en equipo. 

Esto es fundamental para trabajar determinadas cualidades de una persona dominante y potenciar habilidades como su liderazgo o poder de negociación. 

SKILL XP

Es importante tener en cuenta que, aunque puede haber beneficios en tener una personalidad dominante en el equipo, esta persona puede ser vista como intimidatoria o incluso abrumadora por otros miembros del equipo, lo que puede socavar la confianza y la moral en el lugar de trabajo.

La falta de equilibrio en la dinámica puede socavar la colaboración y la innovación, lo que a su vez puede afectar negativamente la productividad y el rendimiento del equipo en general. Por lo tanto, es importante abordar la personalidad dominante y trabajar en una dinámica más equilibrada y colaborativa en el equipo.

Para ello, es clave equilibrar sus cualidades con una comunicación abierta y un enfoque en la colaboración. Al trabajar juntos como un equipo, es posible sacar partido de las fortalezas de cada miembro y crear un ambiente de trabajo positivo y productivo.